**La comunidad se encuentra resguardada por la Policía Rural Estatal; asegura la dependencia del estado

Texto: Juan Blanco

Chilpancingo, Gro., 2 de julio del 2019. – Después de tres días, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado confirmó que sujetos armados, identificados como policías comunitarios de Tlacotepec, atacaron a balazos la comunidad de El Naranjo, municipio de Leonardo Bravo, y negó que haya familias desplazadas.

En un comunicado emitido este martes, la dependencia dijo que este lunes las personas dispararon desde un cerro a ese poblado «durante varios minutos y se encontraron dos animales muertos, así como viviendas con impactos de arma de fuego».

No obstante, según han relatado los propios habitantes, el ataque se dio en dos ocasiones: la tarde del domingo y la mañana del lunes, con una duración en promedio de una hora en cada agresión.

La SSP, que preside David Portillo Menchaca, afirmó que tras los hechos violentos la Policía Rural Estatal que realiza operaciones en la zona de la Sierra se trasladó a El Naranjo para resguardarlo y aseguró que no hay ninguna persona desplazada, así como «ninguna persona resultó privada de la vida ni lesionada».

«En estos momentos, los elementos policiacos resguardan la seguridad de la localidad. Al realizar diversos recorridos de seguridad se apreció que los vecinos desempeñan sus labores con normalidad», afirmó.

Sin embargo, ayer se documentó que las familias, víctimas de la violencia, huyeron de la población de El Naranjo, en la Sierra de Leonardo Bravo y empezaron a llegar por separado a la cabecera municipal, Chichihualco, y de ahí se trasladaron en transporte público a la capital del Estado.

A diferencia de otras ocasiones donde las familias huyen en caravana, esta vez las mujeres, ancianos y niños principalmente, arribaron por separado a Chilpancingo, en las urvans de esa ruta.

Tal fue el caso de una señora de aproximadamente 80 años de edad, su hijo, dos mujeres más y dos infantes de entre cuatro y cinco años que, a pesar de no relatar lo sucedido, en sus caras expresaban temor al descender de la unidad, y preocupación por conseguir un techo que los cubra, luego de dejar sus hogares en El Naranjo.

Cabe resaltar que las familias arribaron a la capital sin ningún resguardo policiaco o militar y sin el acompañamiento de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero, organismo que se dice velar por nuestras garantías individuales estipuladas en la constitución.

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