Texto: Bernardo Torres

Chilpancingo, Gro.- Trabajadores del Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense (HMNG), adelantaron que el próximo lunes iniciarán un paro de labores, luego de que durante tres días de protestas pacíficas, los directivos del nosocomio y autoridades estatales no han dado respuesta favorable a su pliego petitorio.

Un grupo de Médicos, enfermeras y personal de lavandería, adheridos a la Sección 61 del SUSPEG, iniciaron un movimiento el pasado martes para exigir de mejores condiciones laborales y la destitución del director, Adiel Molina Bello; el subdirector, Julio César Polanco y el administrador, Omar Salazar Flores, a quienes acusan de hostigamiento.

Los trabajadores han denunciado una serie de irregularidades en el manejo del presupuesto otorgado al hospital, como la contratación de personal innecesario, descuido en el mantenimiento de las instalaciones, falta equipo, material y medicinas, así como falta de médicos y enfermeras.

Pilar Guadalupe Cortez Ríos, secretaria general de la Sección 61, denunció que el hospital está trabajando con muchas carencias y deficiencias por la falta de personal, pues por instrucciones del director, quienes se ausentan por permisos, descansos o vacaciones no son cubiertos por otra persona, se carga el trabajo al poco personal que queda y con ello se actúa con deficiencia, “si se te ponen graves dos pacientes a la vez no puedes decidir a cuál ayudar primero”.

En estos casos el personal se gana insultos amenazas y problemas con los familiares que reclaman atención, pero nos es imposible brindarla como la merecen.

Además estableció que el hospital trabaja al 300 por ciento de su capacidad instalada lo que complica aún más la atención ya que cada médico o enfermera tiene que atender al triple de los pacientes óptimos, es decir que si una enfermera debe atender 5 pacientes en cada turno, por la sobrepoblación crece a 15 pacientes por turno y así en todas las áreas.

Reveló que en el presupuesto de este año se tuvo un incremento en el presupuesto por 12 millones de pesos, más las cuotas de recuperación que se cobran, sin embargo a pesar de que el recurso es mayor que el del año pasado, las carencias son superiores, porque no se están cubriendo las guardias, tampoco se han mandado reparar equipos desde lavandería, laboratorio de análisis, rayos X y más áreas que tienen equipos descompuestos.

Cortez Ríos incluso dijo que en el pasado se han tenido infecciones intranosocomiales como consecuencia de la falta de insumos y medicamentos, y aunque en este momento no hay problema porque el cuadro de medicina se está abasteciendo con regularidad la sobrepoblación de pacientes es un factor que podría generar infecciones que se contagian a todos los neonatos.

“Nuestras condiciones generales de trabajo son muy críticas; hay lavadoras que no sirven, tenemos seis meses pidiendo que se arreglen, y hay cunas en mal estado que provocan molestia, y con justa razón, entre los pacientes y sus familiares, que nos reclaman de manera constante esta situación”.

También demandan el pago “de las incidencias a los compañeros que trabajan turnos extras y no se los han pagado desde hace 5 meses, sólo les pagan la mitad, y ese ni fue el acuerdo con quienes trabajamos por necesidad”, aseveró una de las inconformes.

A tres días de iniciado su movimiento, se quejaron, los directivos se han negado a reconocer esta situación, y señalan estar trabajando de manera normal, mientras que las autoridades estatales, de donde depende la base trabajadora, se niega a intervenir y a dialogar con los inconformes.

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