Texto: Jesús Saavedra
Chilpancingo, Gro., 01 de agosto de 2019.- Elementos de la División de Inteligencia de la Policía Federal de la Ciudad de México y de la Secretaría de la Defensa Nación (Sedena), detuvieron a Santiago Mazari Hernández alias «El Carrete», presunto líder del grupo delictivo «Los Rojos».
A través de un Twitt en la página oficial de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de la Ciudad de México, informó que la detención se realizó en el municipio de Leonardo Bravo.
En el mensaje oficial se lee: «En acción conjunta realizada por elementos de la División de Inteligencia de PoliciaFedMx y SEDENA_mx en Guerrero se cumplimentó orden de aprehensión contra Santiago “N” apodado el “Carrete”, por delitos de delincuencia organizada, delitos contra la salud y secuestro».
El Carrete fue capturado junto a otro sujeto identificado como Marco “N” quien se presume podría ser su principal operador.
Santiago Mazari Hernández, es identificado por las autoridades como uno de los principales generadores de violencia en Guerrero y Morelos.
Las autoridades federales no informaron el destino de «El Carrete» y se supone será presentado en las próximas horas en la Ciudad de México para ser puesto a disposición de la autoridad competente.
Mazari Hernández, también conocido como «El señor de los caballos» formaba parte del grupo del narcotráfico de los Beltrán Leyva y tras la muerte de su líder Alfredo en Cuernavaca, Morelos se dividieron en varios grupos.
«El Carrete» se quedó con su centro de operaciones en Morelos desde donde encabezaba actividades ilícitas relacionadas con el narcotráfico, las extorsiones y el secuestro.
Desde hace un par de semanas se rumoraba que Santiago Mazari Hernández se refugiaba en Corral de Piedra, municipio de Heliodoro Castillo y desde el pasado domingo se daba cuenta de balaceras en esa zona de la Sierra.
La policía comunitaria de Tlacotepec dio a conocer este miércoles por la noche que irrumpieron desde el domigo en Corral de Piedra en la búsqueda de «El Carrete».
Por su captura el gobierno federal ofrecía una recompensa de 3 millones de pesos.