Texto y fotografía: Jesús Saavedra
Tlapa, Gro. 11 agosto 2019. / La detención de Santiago Mazari Hernández «El Carrete» en la Sierra de Guerrero, no va a generar condiciones para acabar con la violencia en esa zona, «otros van a querer controlar ese territorio», advirtió el subsecretario de Gobernación en materia de Derechos Humanos, Alejandro Encinas Rodríguez.
El funcionario federal dio sus opiniones
respecto a la situación de violencia en la Sierra de Leonardo Bravo
(Chichihualco) y Heliodoro Castillo (Tlacotepec), que dejó centenares de
familia desplazadas de la Sierra tras la irrupción en noviembre pasado de la
Policía Comunitaria de Tlacotepec en el corredor Filo de Caballos-Xochipala.
Eso ha provocado el desplazamiento de centenares
de familias de Chichihualco, donde la mayoría se refugió en la cabecera
municipal y el resto ha optado por salir a otros municipios y a otros estados
del país.
Encías Rodríguez, dijo que el gobierno federal
brinda «apoyo humanitario a unas 80 familias desplazadas de la Sierra de
Chichihualco» a los cuales se les da un apoyo mensual para pagar renta y
su despensa en la cabecera municipal.
El subsecretario de Gobernación, se refirió a la detención de Mazari Hernández en la Sierra de Chichihualco el pasado 1 de agosto en un operativo de fuerzas federales y estatales, «claro que ahora con los últimos cambios que se han presentado habrá una recomposición en esa región y tenemos que tener mucha responsabilidad para garantizar condiciones de reconciliación, de paz, de armonía en la zona antes de pensar en un retorno de las familias desplazadas a sus comunidades».
Dijo que por lo pronto para atender esa
problemática, «no sólo se requiere apoyo humanitario, sino de medidas más
eficaces de integración de las personas que lamentablemente han sido
desplazadas».
Subrayó que es tarea de los tres niveles de
gobierno, «generar mejores condiciones para romper ese círculo de
violencia e inseguridad en la Sierra para poder regresar a una situación de
tranquilidad».
Afirmó que para que eso suceda en el gobierno
federal, «estamos platicando ya con las comunidades, no se ha resuelto el
problema, la violencia no termina con la salida de El Carrete y de su grupo,
otros grupos van a querer controlar ese territorio, de modo tal que necesitamos
una fuerte organización comunitaria para que la gente nos ayude a recuperar la
tranquilidad de esta región».
Aseveró que recuperar la tranquilidad y haya
pueblos viviendo en paz, «es nuestra obligación, tenemos que trabajar para
pacificar esa zona, es el compromiso del presidente, Andrés Manuel López
Obrador, es la instrucción que nos ha dado y tendremos que hacer todo lo
posible para que esto suceda».
Por ello afirmó que están «planteando en algunas zonas del país el cambio de cultivo, pasar del cultivo de enervantes a cultivos productivos, hay una buena respuesta, claro que en muchas ocasiones el principal obstáculo es la propia delincuencia organizada».
Agregó que esa problemática, «se tiene que combatir desde los dos ámbitos, el combate a la inseguridad, pero también el rescate de la vida comunitaria, creo que la parte preventiva es la parte más importante a desarrollar» finalizó.