Texto y fotografías: Bernardo Torres
Tlapa, Gro. 23 octubre 2019.- A lo largo de 10 kilómetros las calles y avenidas de la Ciudad de Tlapa de Comonfort, en el corazón de la Montaña, fueron decoradas con tapates multicolores para rogar por milagros, la paz y la seguridad, al Señor del Nicho, como cada año.
Toneladas de aserrín de diferentes colores, dieron forma a imágenes religiosas, desde vírgenes, cristos muertos y crucificados, mosaicos, figuras abstractas, paisajes de la naturaleza entre otras, pero todas con la finalidad de pedir y agradecer al santo patrono.
Desde las primeras horas del día, decenas de familias se congregaron en las calles con costales de aserrín, con trazos en el piso dieron inicio a una labor que le llevaría a algunos más de ocho horas para dar forma a sus mosaicos; aves, flores corazones, cristos y vírgenes, los motivos principales.
En esta fiesta, la más grande del año en Tlapa y sus alrededores, hubo mensajes muy específicos; uno de ellos para exigir la presentación con vida del activista y dirigente del Frente Popular de la Montaña, Arnulfo Cerón Soriano, así como un mensaje en rechazo al aborto y por el derecho de nacer.
En el Zócalo, frente al Ayuntamiento y afuera de las oficinas de Tlachinollan los tapetes fueron en honor a del activista desaparecido, Arnulfo Cerón Soriano, con mensajes de «Presentación con vida de Arnulfo» y «Señor del Nicho, devuélvenos con vida a Arnulfo», de quien a 12 días de su desaparición, nada se sabe de su paradero.
Sobre la calle Vicente Guerrero Saldaña, se observaron cuatro mensajes a favor de la vida, y contra el aborto; «Todo ser tiene derecho a la vida, por el simple hecho de existir», «Si mi mamá dijo sí, yo porqué diría que no», «Donde hay amor, hay vida», además de otros donde aparecían siluetas de fetos en el vientre de su madre.
La tradición de realizar tapetes de colores, fue importada del Estado de Tlaxcala, quien tiene la fama internacional de este arte, a través de una familia de doctores que llegó a Tlapa el inició en un primer momento con sus vecinos, que a lo largo de los años se popularizó, hasta ser lo que es ahora, un atractivo para toda la entidad.
El Antropólogo, Abel Barrera, explicó que los tapetes son ahora un símbolo de comunión, recrea la comunidad perdida de Tlapa, donde nadie es obligado, sino que de manera voluntaria se organizan para sacar adelante la tradición.
«El Señor del Nicho a través del tapete vuelve a retejer esos lazos perdidos de la familia, refuerza los lazos de unión, donde familias y vecinos son quienes están atentos a realizar este trabajo, se ve a la comunidad religiosa organizada en torno a una imagen religiosa, ese es el milagro, que une a los tlapanecos», señaló
El Señor del Nicho, casi 500 de tradición
Por su parte la celebración del Señor del Nicho, tiene sus orígenes en 1533, con la llegada de los primeros frailes agustinos a Tlapa con la finalidad de impulsar la evangelización, quienes trajeron una imagen desde Burgos, España, por lo que un inicio era llamado «El Cristo de Burgos».
El proceso de cristianización, no fue inmediato y encontró un fuerte rechazo entre la población Indígena, incluso en una ocasión intentaron quemar el templo en el que se encontraba la imagen, por lo que fue escondido en uno de los sótanos del convento.
La imagen fue hallada años después en perfecto estado, y en el lugar donde se encontraba formaba una especie de nicho, por lo que a partir de entonces en Tlapa y sus alrededores empezó a conocerse como «El Señor del Nicho»; el 23 de octubre de 1881 fue concluida su capilla e inció esta tradicional fiesta en su honor.
Para el Antropólogo, Abel Barrera Hernández, los cristos crucificados son un símbolo de esperanza para la feligresía católica, en muchos municipios de la Montaña y el Estado de Guerrero.
Sin embargo, a pesar de la evangelización cristiana, las nuevas enseñanzas no lograron desarraigar las tradiciones prehispánicas, por lo que las festividades católicas van de la mano con los rituales para pedir lluvia, abundancia y agradecer por la fertilidad de las tierras; de ahí que las celebraciones tengan lugar en Abril y Mayo, y posteriormente las que se realizan en Octubre y Noviembre.
En el caso del Señor del Nicho, está ligado al final de la temporada de lluvias, que va de la mano con el ciclo agrícola de la región, una fiesta de agradecimiento a los santos, ahora católicos, pero que en realidad con orígenes prehispánicos, que ayudan a fortalecer la fe de la gente.
Actualmente, las peticiones se centran en pedir por la paz, la seguridad, que los proteja de todo mal, donde la gente deposita su esperanza ante los gobiernos fallidos, pues quienes están obligados a garantizarlas son las autoridades, y al existir el vacío de poder, se refugian en la fe.
La fiesta multicolor, culminará con la procesión del Señor del Nicho, partiendo de la Iglesia de San Agustín que recorrerá cada una de las calles decoradas para este fin, culminando en el mismo sitio, lo que da inicio a una serie de celebraciones religiosas en su honor.