Texto y fotografías: Bernardo Torres
Chilpancingo, Gro. 04 febrero 2020.- Han pasado más de dos años de la muerte de la familia de Ranferi Hernández Acevedo, y persiste la impunidad y el burocratismo para llegar a la verdad, denunció este martes su hija Diana Hernández, al acudir al Servicio Médico Forense para recibir los cuerpos de sus cuatro familiares.
Desde antes de las 13:00 horas, la joven ingresó a la Unidad de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado, donde nuevamente tuvo que revivir paso a paso la tragedia donde fueron asesinados sus padres, su abuela y un ahijado del activista, donde les han limitado el acceso a los expedientes.
Después de cuatro horas de revisión de las carpetas de investigación, y una serie de trabas para que finalmente les entregaran los cuerpos de sus cuatro familiares, salieron de Servicios Periciales y se dirigieron al Servicio Médico Forense donde los restos fueron estudiados por el Equipo de Antropólogos Argentinos Forenses (EAAF).
A los cuerpos se les realizó una segunda autopsia y exámenes periciales, para determinar la causa de muerte, además de otros exámenes que les serán entregados dentro de unas semanas, que informará la Fiscalía General del Estado (FGE), además de las conclusiones a las que llegue el EAAF.
El Yerno de Ranferi, Abel López Rosas, indicó que a más de dos años de esta masacre por parte de las autoridades estatales y federales encargadas de la impartición de justicia sólo ha habido lamentaciones, pero en la cuestión de investigación, no se ha avanzado en nada.
Dijo que prácticamente en ninguno de los crímenes que han ocurrido en Chilapa por la confrontación entre grupos armados, y en contra de la Policía Comunitaria, el gobierno se ha ausentado, y las familias tienen que por su cuenta buscar la justicia.
Lamentó que el gobierno prefiera confrontar a las organizaciones y colectivos que exigen justicia, y no haga nada para detener a los responsables de la violencia que hay en las comunidades y en contra de activistas, como Arturo Hernández Cardona, Rocio Messino y el caso más emblemático, la desaparición de los 43 normalistas.
Diana Hernández, hija del activista, hizo un llamado a no olvidar el caso, y no permitir que quede en la impunidad «lo que nosotros estamos buscando es justicia, algo que para muchos es una utopía, tenemos la necesidad de aclarar y saber que es lo que realmente sucedió, algo que el gobierno nos ha impedido saber que pasó con nuestros familiares, porqué los asesinaron».
Quebrada y con el dolor aún reciente, Diana reprochó el porqué se les sigue revictimizando, y agregó que la pacificación en la zona no se va a lograr con dádivas como pretende el gobernador, Héctor Astudillo Flores, sino con proyectos que surjan directamente de los pueblos.
Los restos les fueron entregados por la noche, mismos que serán sepultados este miércoles en su natal Ahuacuotzingo, no sin antes hacer un enérgico llamado a la justicia, a poner un alto a la impunidad, hallar y castigar a los responsables de este multihomicidio.