Texto y fotografía: Estado
Chilpancingo, Gro. 19 febrero 2020.- En medio de un territorio agreste donde a diario se asesinan a mujeres en México y en Guerrero, Gloria Alejandra Mateos Jiménez espera que el haber sobrevivido a un intento de asesinato no quede impune e impulse a centenares de mujeres a denunciar, a persistir, a luchar por que se haga justicia y los perpetradores de estos hechos de violencia reciban el castigo que merece, «somos pocas las que sobrevivimos a una agresión, por eso estoy aquí: buscando justicia», asevera.
Gloria Alejandra sobrevivió a una madrugada de terror el 8 de abril del 2018, cuando su entonces novio, Víctor Manuel Rodríguez Lezama tuvo un ataque de ira y de celos, «me decía que lo engañaba, me atacó a golpes, me intentó asfixiar con una sabana primero y después con una almohada, perdí el sentido y me dio por muerta», narra de manera cruda al salir de la última audiencia en los juzgados orales de Ciudad Judicial.
Desde esa fecha el peregrinar de Gloria Alejandra ha sido de una agencia del Ministerio Público a otra, de un juzgado a otro, en busca que se haga justicia, «me siento impotente porque el abogado de mi agresor lo intenta mostrarlo como inocente sin aportar pruebas, es frustrante la ironía y la burla no deja de hacer hincapié a estos hechos que son humillantes y misoginas de mi agresor», relata molesta al salir de esta audiencia en la que se declaró un receso hasta las 3 de la tarde de este jueves cuando se dicte una sentencia.
La joven de 30 años, se queja que en este proceso penal se haya encontrado con la «revictimización, pero tengo mucha fe que las autoridades harán justicia, voy para 23 meses intentándolo, he tenido confianza en la justicia, lo que nunca imaginé que fuese un calvario para mí lograrlo, tengo fe que esto puede llegar a una sentencia condenatoria y sólo espero que se aplique la ley».
Aceptó que en México y en Guerrero vivimos en un contexto de violencia severa contra la mujer y subraya feminicidio como el de Ingrid Escamilla y de la pequeña Fátima en la Ciudad de México; además que en Guerrero del domingo a este miércoles han sido asesinadas 3 mujeres: una en Acapulco, una jovencita en Coyuca de Benítez y una más en Zihuatanejo, «el miedo a morir es lo más feo que puedo compartir con estas personas, a excepción que solo quedé inconsciente y afortunadamente mi agresor no se cercioró que estoy muerta».
«Ese miedo a morir estoy segura que lo vivieron ellas; yo lo sentí, lo viví, por una extraña razón yo si desperté a diferencia de ellas y por eso estoy aquí, porque somos pocas la que tenemos esa suerte y que podemos hacer algo a pesar que el sistema y buscar justicia se vuelve un calvario», relató.
Gloria Alejandra hizo un llamado a las mujeres víctimas de la violencia, «vamos a ponernos hombro con hombro, tenía la idea que eso no me iba a pasar y hay más chicas como yo que sufrimos violencia y que nos callamos por vergüenza; pero si no lo decimos lo van a seguir haciendo y no van a recibir castigo, por eso desperté ese día para hacer un cambio, una diferencia y decirle a las mujeres que no nos quedemos calladas, que no se Traiguén esa humillación, esa impotencia».
Subrayó que a lo largo de estos meses desde la agresión ha pasado por «mucha soledad, por mucha pobreza, pero el resultado final de ver a mi agresor castigado por lo que me hizo va a valer cada momento; estuvo 22 días sin poder comer por lo lastimado que tenía el maxilar, me tuvieron que hacer una rectificación del cuello, estuve internada, esa recuperación va a valer la pena en el momento que sea condenado, que sea hallado culpable», manifestó en medio de lágrimas.
Insiste que tiene confianza que la jueza, Tania Alfaro Zapata va a valorar las pruebas de cargo y va a dictar una sentencia que le haga justicia, «la última vez que vi a mi agresor fue encima de mi tratando de quitarme la vida, hay evidencias, hay testimonios y hoy ha sido muy fuerte esta audiencia, verlo todo junto hoy me genera mucha humillación de recordar lo que sucedió y lo posterior».
Agrega que tras esta experiencia, «perdí el sentido de la vida, perdí mi trabajo, perdí a mi familia porque me tuve que ir de la ciudad porque este hombre intentó matarme, es muy fuerte recordar y volver a vivir; tuvimos una relación corta, pero formal, se llevó mi teléfono para borrar evidencias, pero en mi familia y amigos sabemos que fuimos novios y ahora no tuvo el valor siquiera de reconocerlo».
Relata que su caso fue visible hasta que hizo denuncias públicas, porque el Ministerio Público insistía que hubiera conciliación con su agresor a lo que se negó, «me sentí humillada y hasta que denuncié las inconsistencias se dio celeridad a esta agresión, a este intento de asesinato; nosotros esperamos que se dicte una sentencia condenatoria, se le dé la pena máxima de 9 años, eso espero», finalizó.