Texto: Jesús Saavedra
Chilpancingo, Gro. 10 marzo 2020.- La desigualdad que viven las mujeres en este país es cotidiano, la violencia y los feminicidios se han agravado y las autoridades de los tres niveles de gobierno no han entendido que es apremiante implementar políticas públicas para revertir esa grave situación, aseveró la legisladora perredista, Dimna Salgado Apátiga.
La legisladora del PRD subió este martes a tribuna para fijar una postura en torno al Día Internacional de la Mujer y del movimiento nacional El Nueve Nadie se Mueve del pasado lunes en todo el país.
Explicó que de acuerdo a estimaciones del banco BBVA, esa movilización nacional tendría un impacto en la economía de 35 mil millones de pesos «distribuidos en el valor de las actividades domésticas no remuneradas en las viviendas.
Los sectores que más tendrían efectos económicos por la alta relevancia de las mujeres en ellos, son los servicios de Educación, Salud y Asistencia Social; donde las mujeres representamos el 65 por ciento de personal.
Dicho informe refleja la desigualdad salarial. Donde en 2019 las mujeres ganamos 30 por ciento menos que los hombres».
Enseguida se refirió a los asesinatos de mujeres en el país y especialmente en Acapulco «solo en el mes pasado Hannia una adolescente de 16 años fue asesinada en su propia casa; Honoria de 70 años secuestrada y asesinada junto con toda su familia; Nidia de 18 años asesinada mientras caminaba, y muchas más han sido violadas y ‘afortunadamente’ dejadas vivas en el Puerto, y la justicia sigue sin llegar».
Dimna Salgado, subrayó que en México diez mujeres son asesinadas al día «y las autoridades siguen sin actuar, sin establecer esas políticas públicas que garanticen una igualdad. ¿Pero dónde quedan los feminicidios?, ¡dónde quedan los derechos de las mujeres víctimas de violencia?, ¿porqué las autoridades están absortas?, ¿porqué no les importa la situación que vivimos las mujeres?. La desigualdad la vivimos día a día, no cada 8, ni 9 de marzo».
Lamentó que las autoridades sólo a través de marchas masivas «es como apenas y así muestran algún tipo de preocupación. Las marchas no son el mecanismo, ni son lo suficiente para contener la violencia que se vive a lo largo y ancho del país».
Salgado Apátiga, puntualizó que la protesta nacional del pasado lunes «fue tan solo una muestra de la unión y fuerza que las mujeres podemos ejercer en cuanto a la esfera social, económica y política de México. Un México que se muestra despreocupado, un México que está perdiendo el rumbo.
Y que lamentablemente, este movimiento muestra que no fue suficiente para que las autoridades actúen en consecuencia».
Aseveró que las autoridades «siguen sin comprender que es necesario implementar políticas públicas a favor de la mujer desprotegida, a favor de la madre de familia víctima de violencia familiar, no necesitamos jueces autómatas, necesitamos jueces con criterio, pero sobre todo con capacidad para comprender que la violencia que una mujer resiente no puede en muchos de los casos probarse, porque parece que la violencia se da en lugares o momentos que nadie observa».
Añadió que es «lamentable que no exista ninguna declaratoria del gobierno federal, ni de los gobiernos del Estado, donde se comprometan a garantizar la aplicación de políticas públicas a favor de los derechos de las mujeres.
A los gobiernos no le importa que vivamos en un ambiente de violencia, y que sigamos sufriendo violencia y que los feminicidios no ceden».
«A pesar de muchos descalabros sufridos, la libertad ha ganado sus batallas, pero la seguridad aún sigue latente, pendiente en las políticas públicas estatales y federales. En la aplicación de la justicia aún sigue ausente», precisó.
Manifestó que la marcha del domingo pasado a lo largo y ancho del país «fue no solo para gritar a nuestras autoridades que ya basta de tanta pasividad, que ‘ya basta’ de tanta despreocupación por los derechos de las mujeres.
Muchas mujeres han perecido en la convicción de que era preferible morir en la lucha contra la opresión a vivir sin libertad. Pero ahora nuestra lucha es por el reconocimiento de los derechos a la igualdad, el derecho a vivir libre de violencia».
Finalizó diciendo que la «lucha aún sigue, el reclamo a políticas públicas transversales y con equidad aún sigue latente porque nuestras autoridades federales y estatales, no alcanzan a comprender que es necesario el cambio, es necesario que a las mujeres se nos reconozcan nuestros derechos a la igualdad, nuestro derecho a ejercer la profesión que elijamos, a ejercer un cargo público sin opresión y con igualdad de condiciones.
Nuestra lucha apenas comienza. Porque nos queremos vivas, libres y sin miedo. Ninguna menos».