Texto: Bernardo Torres

Chilpancingo, Gro., 05 de abril de 2020.-A puerta cerrada y transmitida por internet, la misa de Domingo de Ramos, oficiada por el Obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, fue dedicada a médicos y enfermeras que están en el frente de batalla ante el Covid-19.

Atendiendo a las disposiciones de salud de los tres órdenes de gobierno, de evitar reuniones masivas, las celebraciones por el inicio de la semana santa se llevaron a cabo de manera privada, sin ningún asistente, como lo será también en los siguientes días.

El tradicional domingo de ramos fue cancelado, no hubo bendición de palmas y el Obispo envió las bendiciones a los fieles de la Iglesia Católica, a través de sus plataformas digitales.

Desde el púlpito, Rangel Mendoza llamó a la feligresía a rezar y orar por todos los médicos y enfermeras, que se encuentran en los diferentes hospitales atendiendo la pandemia del coronavirus, así como por sus familias que se encuentran en alto riesgo de contagiarse.

Pidió también elevar oraciones por las más de mil 800 personas contagiadas hasta la noche de este sábado, así como por las 79 vidas que ha cobrado este virus en el país «a quienes el señor ha recogido ya», dijo el obispo.

En la misa celebrada en la Catedral de la Asunción de María, sólo estuvieron presentes sus ministros, y parte del coro, tampoco hubo contacto durante el saludo de paz, que está vez se limitó a una reverencia, inclinando la cabeza.

El obispo oficiará dos misas más en la tarde y en la noche, que de igual manera serán a puerta cerrada, al igual que la del próximo jueves, cuando se celebre la misa por la Última Cena.

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