Texto y fotografías: Luis Daniel Nava
Chilapa, Gro; 01 de junio de 2020.- La Casa de Atención a la Mujer Indígena (CAMI) Zihuachikahuac (mujer sana, fuerte y valiente) en Chilapa permanece en la incertidumbre de continuar brindando acompañamiento y hospedaje a 350 mujeres nahuas debido al recorte de a su prepuesto por parte del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
La CAMI de Chilapa fue abierta el 23 de junio de 2014 y hasta los últimos días de abril pasado brindó atención y alojamiento gratuito antes y después del parto a mujeres de las comunidades de los municipios de Chilapa, Zitlala, Ahuacuotzingo y José Joaquín de Herrera.
Cuenta con un equipo de 15 personas, entre ellas parteras tradicionales y promotoras bilingües.
La CAMI de Chilapa se vio orillada a cerrar ante las medidas para evitar el contagio del coronavirus y después de que no salió en la lista de proyectos aprobados del INPI para este 2020 al igual que otras 34 Casas de Atención en el país.
El director del INPI, Adelfo Regino Montes, argumentó que el gobierno federal recortó presupuesto a instituciones para atender la contingencia por el Covid-19 y en su última comunicación con las representantes de ésta Casa de Atención, prometió que estaba haciendo su mayor esfuerzo para apoyarlas y no lo ha hecho.
La CAMI de Chilapa tampoco ha tenido el respaldo de las autoridades estatales para evitar su cierre definitivo.
No obstante, la CAMI abrirá sus puertas cuando termine la contingencia pero para reorganizarse y ver la forma de poder seguir atendiendo a un promedio de 350 mujeres al año de las comunidades más marginadas de la región y para continuar impartiendo talleres para la prevención de la violencia de género, promoción de los derechos sexuales y reproductivos, y el rescate de la partería tradicional.
El presupuesto que les otorga el INPI cada año no es suficiente para sostener la operación de la CAMI, con ese dinero trabajan durante medio año y el resto lo hace un equipo de 15 personas de manera voluntaria.
Isabel Dircio Chautla, representante legal de Zihuame Xotlametzin, organización encargada de gestionar la apertura de la CAMI, dijo que el recorte a su presupuesto las pone en una situación critica por lo que ya se organiza con sus pares en todo el país para buscar una estrategia de recaudación de fondos.
“Este año esta la incertidumbre de que no exista presupuesto para desarrollar acciones, sobre todo de que este abierta la casa para recibir a esas mujeres que vienen de las comunidades, de bajos recursos, que son vulneradas en sus derechos”.
Dircio Chautla dijo que la incertidumbre por las decisiones de las autoridades federales les causa un conflicto fuerte emocional y económico.
“Estamos en contacto con las mujeres de las comunidades y si nos visitan y no les podemos dar esa atención nos sentimos impotentes. Por mucha voluntad que tengamos no podemos seguir trabajando si no hay recursos”, lamentó.
El argumento del recorte a las Casas de Atención es que por la contingencia del Covid-19, se esta ocupando el dinero para atender a la población de esa enfermedad.
“Entendemos que estamos en una situación de emergencia mundial pero la vida y la atención de las mujeres también es importante.
“Nos encontramos ahora más marginadas, porque ya existía una situación de rezago y abandono por parte del Estado para que las mujeres puedan acceder al derecho de la salud y justicia por la violencia que padecen a diario”, expresó Isabel Dircio.
Ejemplificó que cuando una mujer puede salir bien de un proceso de embarazo, con un parto saludable, se beneficia a toda la familia.