Texto: Fabiola Ramos Gallo

Chilpancingo, Gro , 05 de julio de 2020.- Hace una semana, el Centro de defensa de derechos humanos ‘José Morelos y Pavón’ reportó a través de un comunicado el fallecimiento por covid19 de uno de los integrantes del Colectivo de víctimas de Chilapa. Sin embargo, hasta hoy existe incertidumbre e inconformidad con el proceso de atención que se le dio al paciente desde que ingresó al Hospital covid, ubicado en el municipio de Chilapa.

El paciente era un hombre de la tercera edad, que desde el 2 de junio presentó tos y un poco de fiebre, por esto su esposa le llevó a que recibiera atención médica particular. Sin embargo, los síntomas persistieron, por lo que decidieron acudir al Hospital para atención especial de casos covid.

De acuerdo a la abogada integrante del Centro Morelos, Teodomira Rosales dijo que “El día 17 llegan sus hijos mayores y acuerdan llevarlo al hospital para que tuvieran un diagnóstico efectivo de qué era lo que tenía el señor. Para empezar, tardó mucho para que lo recibieran desde las 5 de la tarde del día 18 hasta la 1 de la mañana en el Hospital de covid de los miltares en Chilapa. Ya estando ahí sólo lo aislaron sin tener la prueba de que realmente era covid”.

A 6 días de su ingreso, Teodomira se comunicó con Regina, la mujer del enfermo para consultar el estado de su esposo y preguntar si le estaban dando alimentos y líquidos. Regina le comentó que su aspecto de salud y respiración iban mejorando, pues para ese día ya alcanzaba una saturación del 95%, también le informó que en el tiempo que había estado con él, no le habían llevado de comer ni de beber.

Al percatarse de esta situación, la defensora estableció contacto con la Dra. Angélica Narváez para pedir dieta para el paciente, ya que es por medio de los alimentos y líquidos que los pacientes pueden mantenerse estables y presentar mejoría periódicamente.

El 26 de junio, ante la visible mejoría del hombre, Regina decidió ir a su casa a lavar ropa, quedando su nuera a cargo del paciente. Todo se encontraba en orden, el señor estaba estable y consciente, no había presentado complicación alguna en su estancia.

Al día siguiente, Regina llegó al hospital donde estuvo toda la mañana sin recibir notificación alguna sobre el estado de salud de su esposo, fue hasta las 10 de la mañana que le comunicaron su fallecimiento. El médico en guardia, argumentó que se le había elevado la glucosa y la presión, lo que según él le había causado la muerte.

Asimismo, existieron irregularidades en cuanto a las visitas, pues aún cuando el paciente había sido aislado y diagnosticado como probable covid, se les permitió el acceso a más de 6 integrantes de la familia, incluso a un recién nacido.

“Al llamarle me dice que tenía que firmar un documento para que le entregaran el cuerpo, ya más tarde vimos lo del traslado, en eso me comenta que sus 5 hijos, su nuera y un bebé de 11 meses habían ingresado al hospital para visitar al familiar. Eso no debieron permitirlo, aunque el señor no haya tenido covid, hay muchos pacientes ahí que si tienen y pueden contagiarlos” comenta Teodomira.

Cuando expiden a la familia el certificado de defunción, menciona que la causa de muerte fue por covid19, sin embargo, la familia insiste en que desconocen cómo se obtuvo el resultado pues en su estancia jamás les presentaron oficialmente algo que comprobara la portación del virus. Informan incluso que la noche de la velación llegaron policías estatales a casa de Regina, argumentando que al señor no lo debieron velar, que lo tenían que llevar directamente a enterrarlo porque se exponía a los presentes a contraer el virus.

Fue en ese momento que se dijo a los estatales que los familiares exigían conocer los resultados del estudio que le hicieron para confirmar que era esa la causa de muerte. De la misma manera se les hizo saber que el Centro Morelos interpondría una queja pues el primer dictamen dado por el médico no se hizo referencia al covid sino a una descompensación de glucosa y presión que pudo haberse desencadenado producto de los días que no recibió alimentos el paciente.

La defensora de derechos humanos dijo que, a pesar del dolor por la pérdida, las familias viven en total vulnerabilidad “porque ya nadie se acerca a una persona teniendo un familiar de covid, hay mucha discriminación” acusó.

También aseguró que ha tenido comunicación con los familiares que tuvieron contacto con el enfermo y todos se encuentran bien hasta el momento, no han presentado ningún síntoma. Por lo que después de un mes de mantenerse aislados y bajo observación, concluyen que el ahora fallecido no tuvo covid.

Teodomira, finalizó diciendo que piensan proceder legalmente pues “no podemos dejar que a todas las personas mayores, como este señor que tenía 64 años, las sigan calificando por los síntomas de gripa y tos como pacientes covid, porque también sabemos que, en estos tiempos de cambio de clima, suelen presentarse estos síntomas. No puede ser que por ser mayor de edad y llevar estos síntomas ya no salgas, tampoco se debe permitir que se tenga en abandono a los pacientes, sin alimento ni líquido”.

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