Texto y Fotografía: Luis Daniel Nava

Chilapa, Gro; 30 de agosto de 2020.- El delito de desaparición forzada sigue siendo una desgracia y una calamidad, lanzó el obispo Salvador Rangel.

El prelado fue consultado en la catedral de Chilapa al concluir la misa de la una de la tarde.

En el marco del Día Internacional de Desaparición Forzada, el obispo recordó que en octubre de 2019 la Comisión Nacional de Derechos Humanos dio un informe ante el gobernador Héctor Astudillo Flores de la situación en Chilapa, en el que pidió que la Fiscalía invirtiera más recursos para investigar los casos de desaparición, así como en la ayuda a los familiares de las victimas.

No obstante, dijo el obispo, hasta esta fecha las autoridades no han avanzado gran cosa.

Indicó que que valdría la pena que en Chilapa se investigara dónde están los desaparecidos y recordó que sobre el caso de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014 no se ha sabido nada.

“Si queremos un país democrático tenemos que hacer justicia a los desaparecidos, a sus familiares y, lo más importante, que ya no haya más casos de desaparición”, comentó.

Pidió a las autoridades que estas fechas no se vayan en pura palabrería en sus conmemoraciones y discursos, sino que haya hechos concretos.

Por otra parte, el prelado expresó estar de acuerdo con el gobierno del estado en que a partir de mañana el semáforo epidemiológico pase a amarillo porque la enfermedad ha afectado mucho en la parte comercial, las escuelas y la vida familiar.

“Debemos irnos abriendo, pero de manera prudente, que no vaya a ser motivo de más contagios y muertes”, recomendó.

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