Texto: Jesús Saavedra
Fotografías: Josué Miranda y Staff
Los padres y unos 500 normalistas viajaron desde Ayotzinapa en Tixtla a bordo de una treintena de autobuses hasta esta ciudad de la zona Norte de la entidad, donde ya se había dispuesto de un operativo de seguridad por policías del Estado y de la Guardia Nacional desde la capital hasta Iguala.
En el acceso principal a la ciudad instalaron un filtro de seguridad para revisión de vehículos, luego que en la semana un grupo de personas de Iguala había convocado en redes sociales a evitar que se manifestaran los padres y normalistas, e inclusive hubo comentarios de hechos de violencia en contra de los manifestantes.
Después de ese filtro el convoy de autobuses se quedó justo frente a Palacio de Justicia en el bulevar de acceso a la ciudad, justo debajo de un puente vehicular donde siempre se colocan decenas de personas y donde se indicaba que habrían preparado una agresión; en el puente se colocaron al menos 8 policías del Estado quienes estuvieron vigilantes que eso no ocurriera.
El convoy de autobuses continuó su camino hasta el Periférico Norte de esta ciudad y frente a las instalaciones del Instituto Tecnológico se detuvieron, para iniciar una breve marcha a la colonia Industrial donde la madrugada del 27 de septiembre fue encontrado asesinado el normalista, Julio Cesar Mondragon Fontes.
Ahí depositaron una ofrenda floral e intervino un hermano del normalista asesinado, quien señaló que si no no es por la organización y resistencia de las familias agraviadas en esos hechos hace seis años, el caso permanecería estancado y sin acceso a al justicia.
Explicó que su familia de Julio Cesar no estuvo conforme con el dictamen de muerte de su hermano que establecía que había perecido por un golpe fuerte en la cabeza, «tuvimos que exigir una segunda necropsia para enterarnos que lo torturaron hasta matarlo, tenía más de 40 fracturas y fue desollado; las familias nos hemos tenido que organizar para resistir y exigir justicia».
En el acto don Meliton Ortega señaló que a pesar de haber pasado 6 años de esos acontecimientos, «no nos hemos rendido, no nos van a rendir en la búsqueda de verdad y de justicia, queremos que se castiguen a los responsables directos, a los intelectuales, pero también a los funcionarios del sexenio de Enrique Peña Nieto que tergiversaron las investigaciones», añadió.
Luego de depositar una ofrenda floral en este lugar, los padres y normalistas continuaron su manifestación por el Periférico Norte hasta la esquina con la avenida Álvarez, donde la noche del 26 de septiembre del 2014 cayeron asesinados a tiros los normalistas Julio Cesar Ramírez Nava y Daniel Solís Gallardo; en tanto que el normalista, Aldo Gutiérrez desde esa fecha permanece en coma y en estado vegetativo por un balazo que recibió en la cabeza.
En este lugar la señora, Bertha Nava madre de Julio Cesar criticó que en la semana se haya organizado un grupo para tratar de impedir su manifestación, «no les hemos hecho nada a ustedes pueblo de Iguala y pedimos que entiendan el dolor que estamos sufriendo, entiendan que en nuestro caso perdimos a un hijo que fue asesinado cobardemente y no hay ningún responsable detenido».
Agregó que este movimiento de la búsqueda de justicia y de verdad «exhibió las complicidades la grave situación que está viviendo Iguala, donde un grupo criminal desaparecía impunemente a las personas y donde no han sido castigados quienes cometieron más de 500 desapariciones», aseveró.
La señora Hilda Legideño madre de un normalista desaparecido dijo que a pesar de las amenazas que han recibido como la que recibieron esta semana de un grupo de habitantes de Iguala que si venían iban a ser agredidos, «no vamos a dejar de buscar a nuestros hijos, nos dicen que somos unos delincuentes porque buscamos a nuestros hijos, pero pónganse en nuestro lugar y sepan el dolor que tenemos en estos seis años, no tenemos justicia, ni paz porque no sabemos en dónde están nuestros hijos».
El abogado de los padres, Vidulfo Rosales Sierra indicó que este movimiento va a «continuar a pesar de todo y contra todo, a pesar que hagan advertencias que no vengamos acá vamos a estar continuando en nuestras movilizaciones exigiendo que haya justicia y verdad».
Hizo un recuento de lo que sucedió la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre del 2014, «hubo una acción coordinada por el Ejército en complicidad con el grupo criminal, la policía municipal de Iguala, Cocula Huitzuco, Tepecoacuilco, hasta policías del Estado de México vinieron a esta agresión directa; la policía Federal también estuvo involucrada y esperamos que haya acciones concretas contra esos responsables».
Recordó que quienes eran autoridades en aquel momento con Ángel Aguirre Rivero; «dice que actuaron con diligencia y no es cierto, acá hay Ministerio Público, policía Ministerial, Estatal, ni la policía Federal, menos el Ejército porque nunca llegaron a evitar esta atrocidad con 43 desaparecidos, 3 estudiantes muertos, un estudiante en coma, una docena de heridos», agregó.
Rosales Sierra subrayó que fue este movimiento de padres de los muchachos desaparecidos quienes dieron luz a lo que estaba sucediendo en Iguala con el grupo criminal Guerreros Unidos y su actuación impune, «no se vale que hoy digan que se organizan para preservar esta ciudad, pero porqué permitieron que haya más de 500 desaparecidos en Iguala».
Cuestionó que se organicen para tratar de detener a esta manifestación de padres, «y porqué no han intentado detener los asesinatos y desapariciones, pero les decimos claramente que seguiremos protestando, seguiremos buscando la justicia, este movimiento es por la verdad», agregó.
El vocero de los padres, Felipe de la Cruz envió un mensaje a la población de Iguala, «nuestras manifestaciones siempre han sido pacíficas en esta ciudad, en ningún momenti hemos afectado a algún ciudadano, algún local o algún negocio y en cambio a esas instituciones públicas que nos han engañado las seguiremos afectando».
Aseveró que los normalistas «no son vándalos y menos vienen a sembrar el terror a esta ciudad, les decimos al gobierno que no vamos a descansar hasta ver en la cárcel a todos los involucrados en este crimen, sea quien sea, porque este dolor no termina, la llaga está abierta, el llanto flota y eso nadie lo entiende; nuestra lucha es para que no se vuelva a repetir esto jamás, que ninguna familia esté en la angustia de saber en dónde están sus hijos y con todos los riesgos seguiremos protestando en este lugar», añadió.
La manifestación concluyó después de las 7 de la noche, luego de una fuerte lluvia y tormenta eléctrica en esta ciudad de la zona Norte de la entidad, donde inclusive a un centenar de metros del templete donde se desarrollaba el mitin cayó un rayo que provocó que se fuera la energía eléctrica.
De esta manera los padres concluyeron con sus movilizaciones en el marco de este 6 aniversario de la desaparición de sus hijos.