Texto: Jesús Saavedra
Chilpancingo, Gro., 18 de octubre de 2020.- En el marco del 15 aniversario del fallecimiento del sacerdote Humberto Osorio Refino, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza aseveró que en estos tiempos de la pandemia y de crisis social por la violencia se requieren de sacerdotes que promuevan la acción social a favor de los más necesitados.
Rangel Mendoza encabezó la celebración de una eucaristía este sábado para recordar la memoria de Osorio Refino, quien falleció hace ya 15 años en esta capital y donde estuvieron presentes en la Catedral de La Asunción sus familiares y amigos.
El obispo católico consideró que se debe de resaltar «la obra y el cariño que él (Humberto Osorio) empeñó en esta ciudad y que sigan vivos; es el padre más recordado, un gran evangelizador a través de la radio, adelantándose a lo que sucede hoy que estamos usando más los medios de comunicación», afirmó en su homilía.
Rangel Mendoza recordó que no conoció en persona al sacerdote católico, pero que devotos católicos, políticos, sacerdotes le han informado de su labor pastoral, «incursionó en la política, para meterse con los políticos, ayudarlos, tenderles las manos y que sus acciones fueran a favor del pueblo y de la comunidad, políticos viejos bien que recuerdan al padre Humberto».
Dijo que en el aspecto social, Osorio Refino «a las familias les ayudó mucho por medio del movimiento familiar cristiano, promovió la acción social a favor de los pobres, a favor de los necesitados, tanta ayuda y beneficio entregó en su vida a la sociedad».
Subrayó que también la iglesia católica, gracias a su gestión tiene las instalaciones en Villa Lucerna, «tenemos unas espléndidas oficinas a un lado, la curia diocesana hoy estamos nosotros trabajando, sus buenas obras lo acompañan, Dios ama al padre Humberto y cuida de él».
Agregó que el sacerdote, «dejó una gran herencia, sus valores, su modo de actuar y de cómo comprometerse con la sociedad, hay una fundación Padre Humberto Osorio y ojalá que recobrara vida y pudiéramos conocer más la vida del Padre Humberto a través de las obras y repetirlas de lo que él hizo en su vida, el padre vive en sus corazones, en sus mentes, en su recuerdo, que sea una gloria para el padre y satisfacción para cada uno de sus familiares».
Añadió que el cura, «tuvo una gran labor social y religiosa que sirva como modelo para cada uno de nosotros, no lo conocí, no lo trate pero he conocido su obra y quisiera tener 10 padres Humberto para ayudar a esta diócesis de Chilpancingo-Chilapa».