Texto y Fotografías: Daniel Nava

Chilapa, Gro; 14 de diciembre de 2020.- Los artesanos de Chilapa no han dejado de innovar artículos navideños aun con la pandemia.

A pesar de las pocas ganancias de esta temporada, dicen, les alcanzará para invertir en los insumos para producir la artesanía del siguiente año.

Un problema al que se enfrentan, además de la crisis de inseguridad y de salud, es el regateo de clientes y revendedores.

Su producto está mal pagado y necesitan otros espacios donde promocionar y vender fuera del municipio.

En esta ocasión los artesanos podrán ofrecer su mercancía hasta el 25 de diciembre en el bulevar de Chilapa.

*Un trabajo heredado

Pedro Chavelas Robles, de unos 60 años, representa a cinco generaciones de artesanos de Ayahualulco, la comunidad que más produce en Chilapa.

Aprendió el oficio de su padre Porfirio Chavelas Luna de 89 años, que a la vez heredó el trabajo de su abuelo de Pedro, Juan Chavelas Rosas. Pero esa actividad, recuerda por testimonios de sus mayores, ya existía.

Artesanía que se exhibe en el tianguis de Chilapa para esta temporada decembrina.

Ahora el hijo de Pedro, Rafael Chavelas de 32 años, junto a su esposa, elaboran su propia artesanía y ya le enseñan el oficio a sus hijos.

En Ayahualulco unas dos mil 500 familias de un total de 3 mil producen artesanía a base de carrizo, madera, bejuco, hoza de mazorca, palma, ixtle y árboles secos.

Y también pueblos más pequeños como El Amate Amarillo, Cuahutenango, La Providencia, Lodo Grande, Cuadrilla Nueva, El Limón, Chautla, el Refugio, San Ángel, Xiloxuchican y El Jaguey se dedican a la actividad. Y decenas de familias de la cabecera.

Pedro y su hijo Rafael Chavelas. Dos generaciones de artesanos de Ayahualulco, municipio de Chilapa.

El escaparate es el ancestral tianguis de Chilapa que cada fin de semana reúne a miles de campesinos, ganaderos, panaderos y cocineras.

Hace siete años Rafael Chavelas aprendió a elaborar esferas de hilo de maguey conocido como ixtle y apenas hace un año le agregó un pesebre con los personajes del nacimiento navideño, hechos minuciosamente a base de totomoxtle (hoja de mazorca).

El acabado de las pequeñas y coloridas figuras es con bricho dorado y la entrada del pesebre esta adornada de flores y pascuas de totomoxtle.

Su elaboración, dice, es “batallosa” pues tarda mediodía cuando ya dispone de todos los insumos.

Esta temporada navideña que inició en la última semana de octubre y terminará hasta el 25 de diciembre, Rafael ha vendido un poco más que en todo el año.

Rafael Chavelas muestra una de las artesanías que elaboró para esta temporada decembrina.

“Ahora sí, desde mediados de noviembre nos recuperamos tantito para volver a invertir para trabajar todo el año”, dice Rafael.

“Les decimos a los turistas que aprecien las cosas artesanales, las trabajamos con escasos de materiales, pero les damos el mejor precio a todos porque somos productores”, oferta.

*Artesanos se innovan para vender

La señora Aidé Idelfonso empezó a elaborar pequeñas canastas de carrizo desde los siete años y hasta ahora no ha dejado de experimentar e innovar artesanías.

Aidé Idelfonso, artesana.

Ahora ofrece coronas navideñas de todos los colores y tamaños y pascuas con flores de maíz.

Uno de sus creaciones son unas flores de totomoxtle que enchina con un paliacate, la virgen de Guadalupe, los forros de palma para libretas, botellas y saleros decorados.

“Tenemos que seguir innovando para vender” dice Aidé.

Su familia que vive de la artesanía ha sentido los estragos de la contingencia sanitaria.

“Nos ha afectado mucho porque aquí estamos a pesar del miedo que nos da; tenemos que vender porque no tenemos que comer”.

*Bajas ventas por Covid

En una banqueta Alfreda Vázquez ha colocado pinos y unos osos navideños con esferas de colores. Las figuras de palma están sobre una pequeña base de madera.

A los 10 años Alfreda ya hacía flores, canastas de palma y canastones bolilleros de carrizo. Luego aprendió a elaborar flores de totomoxtle y ahora se especializa en figuras de coronas, los pinos, listones y sus osos polares navideños.

Alfreda Vázquez, artesana.

“El producto nuevo es el de palma, estos apenas los hacemos. El oso tiene dos años que apenas lo descubrimos, uno de mis hijos lo hizo y de ahí empezamos todos. Somos una familia y todos nos dedicamos a este trabajo”.

Pero, augura que la crisis sanitaria provocará que no venda toda su mercancía.

“Estamos muy tristes porque ahora no se vendió, tengo mucha corona de hoja de maíz que no se vendió. La pandemia nos afectó mucho. Necesitamos salir a vender pero nadie nos invita”, dice Alfreda.

*Piden precio justo y más espacios

Los comerciantes coincidieron en exigir al gobierno del estado e incluso a los candidatos a gobernador espacios en otras ciudades para promocionar y vender.

Alfreda Vázquez, atiende a sus clientes en su negocio instalado en el bulevar Eucaria Apreza.

También pidieron que se les pague cada producto a un precio justo.

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