Texto y fotografía: Juan Blanco

Chilpancingo, Gro., 21 de enero de 2021. – El obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza confió en que ahora sí sea esclarecido el caso Iguala, luego de que se filtrara que los 43 estudiantes de Ayotzinapa «sí fueron detenidos» por un convoy en una operación conjunta entre militares, policías y sicarios.

Entrevistado este jueves tras oficiar la misa en la catedral «Asunción de María», en esta capital, por el primer aniversario luctuoso del luchador social Pablo Sandoval Cruz, el prelado católico manifestó que desde que suscitó el crimen en la ciudad tamarindera, ha habido «columnas de humo» para tratar de ocultar este hecho y con ello deslindar a los verdaderos actores intelectuales y materiales.

Incluso, agregó, ha habido intereses económicos y políticos entre personajes de todos los partidos políticos con el fin de protegerse a sí mismos y no ser detenidos.

Dijo que ya se sabía que efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional y elementos de la Secretaría de Seguridad Municipal de Iguala, habían supuestamente participado en la desaparición de los jóvenes el 26 de septiembre de 2014.

Sin embargo, dijo que con la filtración de la información «nos lleve a la verdad, porque yo sigo opinando que esta cuestión de Iguala, de Ayotzinapa es como una llaga que tiene el pueblo mexicano y que mientras no sane esa llaga no vamos a estar tranquilos».

Este miércoles el periódico Reforma publicó que «un testigo protegido dijo a la Fiscalía General de la República que los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa fueron detenidos por un convoy de operación conjunta entre militares, policías y sicarios».

De acuerdo con la información a la que tuvo acceso el diario, el hombre identificado como “Juan”, quien sería presunto líder del grupo delictivo Guerreros Unidos, ligado a la desaparición, manifestó a la Fiscalía que también se detuvieron a 30 personas más, pero sólo una parte de ellos fueron interrogados en el 27 Batallón de Infantería, ubicado en Iguala.

El testigo habría revelado que a los 43, junto con otras 30 personas, los desmembraron calcinaron, mientras que a otros los disolvieron en ácido y sus restos habrían sido tirados en diferentes puntos de los municipios de Iguala, Cocula, incluso, en el de Taxco.

Cabe mencionar que derivado de estas declaraciones, el pasado 12 de noviembre fue detenido el Capitán Segundo de Infantería, José Martínez Crespo, posteriormente se liberaron al menos 17 órdenes de aprehensión más contra militares relacionados con los hechos.

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