Texto y fotografías: Juan Blanco
Chilpancingo, Gro., 20 de mayo de 2021.- La señora Evangelina Salazar de 42 años de edad y quien se encontraba postrada en una silla de ruedas debido a la falta de sus dos piernas, murió pidiéndo dinero a la ciudadanía para realizarse sus hemodiálisis semanal.
Ni los políticos, entre ellos el candidato de la alianza PRI-PRD a la alcaldía de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, la apoyó aun cuando la acompañó a uno de sus actos proselitistas.
Mucho menos lo hizo el actual presidente de este municipio, Antonio Gaspar Beltrán, pese a que semanas atrás se comprometió pagar una de sus terapias que cuestan mil 200 pesos.
De acuerdo con el dirigente del Frente de Grupos Vulnerables y Personas con Discapacidad, Silvestre Rodríguez Fernández, Doña Eva y su agrupación se encontraban el pasado martes 18 de mayo en el zócalo de la capital boteando justamente para reunir el dinero que requería para practicarse la primera de dos hemodiálisis semanales.
Dijo que era urgente que el recurso se juntara, pero veían la «apatía» de los transeúntes que pasaban por el lugar y de los políticos y alcalde «Toño Gaspar» al no tener una respuesta a su petición de apoyo.
Lamentablemente, dijo, nunca pudieron completar los fondos y la enfermedad renal en fase terminal que padecía Doña Eva comenzó a complicarse, al grado de que tuvieron que trasladarla del zócalo en donde se encontraba a un hospital para darle atención médica, pero que debido a la gravedad de su enfermedad, murió.
Ante esta situación, el líder exigió al gobernador Héctor Astudillo Flores su intervención para que, por medio de un convenio entre la Secretaría de Salud estatal y las clínicas privadas de diálisis y hemodiálisis, se reduzca de mil 200 pesos a 600 pesos cada sesión y evitar con ello más decesos por enfermedades renales en fase terminal.
Ayer, compañeros de Doña Eva, como le llamaban, realizaron un kilómetro de ayuda en el centro de la capital para recabar recursos para su familia con los que costearían los gastos funerarios.