Texto: Fabiola Ramos Gallo
Fotografías: Archivo
Chilpancingo, Gro., 31 de mayo de 2021.- El CIPOG-EZ lamentó que tras anunciar el boicot a las elecciones y bloqueos carreteros para pedir la actuación de los gobiernos entorno al clima de violencia en la región Montaña baja; el obispo Salvador Rangel hiciera severas declaraciones al pedir «meter en cintura a esos rebeldes del CIPOG-EZ» por lo cual responsabilizaron al obispo de cualquier ataque.
A través de un comunicado, el Consejo denunció que el obispo de la diócesis Chilpancingo -Chilapa a quien señalan de «tener relación con diversos grupos de la delincuencia organizada» valiéndose de su posición como diocesano, haya vertido estas declaraciones donde «nos señala, criminaliza y se posiciona a favor de quienes nos matan al no condenar a los asesinos, pero sí a quienes por años hemos padecido de la presencia de los grupos narco-paramilitares» reprocharon.
También dejaron en claro su postura y el concepto que da el prelado al considerar que sus acciones sólo son un show mediático y externaron que «Con la sotana que le da el obispado, predica la muerte. En sus palabras no está Dios, está el poder, está el ser cómplice de “Los Ardillos” y está la muerte, de los principios de Dios».
Por otra parte, responsabilizaron al obispo de cualquier ataque del que pudieran ser objeto después de lo dicho pues el obispo al vertir sus comentarios incluyendo el nombre de quien los coordina «no solo llama a las autoridades sino a los grupos delincuenciales a actuar contra nosotros».
En ese sentido, el CIPOG-EZ reprochó a Salvador Rangel por no pedir justicia contra los oprimidos y que por lo contrario, se incline hacia los grupos de poder o del narcotráfico.
«Una posición tan inhumana e insensible, no parece propia de un ministro de la iglesia» manifiestaron en el escrito donde reiteraron que su lucha «no es un show mediático» y mucho menos «es un juego con el gobierno» como lo externó Rangel.
«Vida y no muerte, respeto a nuestros territorios y no territorios para el narco y la droga, paz y no guerra, esas son nuestras consignas, si eso es mediático, si esto es rebeldía, si para usted la prioridad son las elecciones y no nuestras demandas, está claro de qué lado está. Por nuestra parte seguiremos defendiendo la vida de nuestras comunidades y resistiendo a quienes nos asesinan. No nos vendemos, no nos rendimos y no claudicamos» finalizaron.
Cabe mencionar que no es la primera vez que el obispo ha causado controversia al opinar sobre un tema y tampoco al ser vinculado con los grupos de narcotráfico.
El pasado 2017 fue captado oficiando misa en Tlanicuilulco municipio de Quechultenango, donde pobladores reportaron presuntamente estaban presentes integrantes del grupo delincuencial ‘los Ardillos’; allí el prelado recibió joyas entre las que destaca un anillo, un pectoral y un baculo, obsequio por el que mencionó «me siento como señora rica”.