Texto y fotografía: Juan Blanco
Chilpancingo, Gro., 05 de julio de 2021.- El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza reveló ayer que tuvo que intervenir para que dos personas secuestradas fueran liberadas y que está dialogando para que cuatro más también recuperen su libertad en la zona de su Diócesis.
Además, reveló que le han solicitado hablar con los líderes de los cuatro grupos delictivos que se disputan la ciudad de Iguala para que se termine la violencia, sin embargo, acusó que no hay una cooperación del gobierno del estado.
Como cada domingo, el prelado católico ofició la misa de las 7:00 de la tarde en la catedral «Asunción de María», en Chilpancingo, y derivado de los pasajes de la Biblia que se leyeron, en su homilía habló del diálogo para que haya entendimiento y paz.
En ese sentido, reveló que la semana pasada familiares de una mujer y un hombre privados de su libertad se acercaron a él para pedirle que interviniera y dialogara para que fueran «soltados», lo cual así fue, y que está en pláticas para que cuatro más estén en las mismas condiciones.
En entrevista al término de la celebración, abundó que «cuando secuestraron a esta persona mandé recados pidiéndoles que le salvaran la vida, y ellos dijeron: ‘el obispo nos lo pidió y por eso no te vamos a matar’.
Agregó que «pedí que salvaran a otro y pues hasta lo llevaron a su casa. ¡Hasta le entregaron la camioneta que le habían quitado!. Y así por el estilo. Yo creo que es mejor el diálogo, el entendimiento».
El líder religioso insistió que esta es la misma ruta que debe seguir la gobernadora electa de Guerrero por Morena, Evelyn Salgado Pineda, para estabilizar al estado que se encuentra convulsionado por la violencia.
Dijo que a él le han pedido ya en una ocasión hablar con los líderes de las cuatro células criminales que se disputan la ciudad de Iguala para que haya paz, sin embargo, acusó que «como yo no recibí ninguna seña del gobernador (Héctor Astudillo Flores) no dije nada y las cosas siguieron adelante».
Dijo que los cinco civiles armados abatidos por policías estatales el pasado sábado 03 de julio en la cuna de la bandera, se da en medio justamente de la pugna que mantienen dichas organizaciones del narcotráfico por el control de las minas y los presupuestos de los ayuntamientos municipales, insistió.
Por lo anterior, pidió a las autoridades estatales y federales estar vigilantes de esto último principalmente, «que metan mano dura, que metan vigilancia. Ellos saben quiénes son, dónde se esconden».