Texto y fotografías: Bernardo Torres
Zoyatepec, Gro., 25 de agosto de 2021.- Pueblos de la Sierra de Chilpancingo están padeciendo de manera severa la tercera ola de contagios por Covid-19, a lo que se suma el bajo precio del elote que les imponen los acaparadores.
La comunidad de Zoyatepec es una de las que mayor cantidad de elote producen en esta temporada, pero se están encontrando con precios en los que prácticamente están regalando su producto.
Alejandro López García, presidente del Comisariado Ejidal de Zoyatepec, explicó que como productores y campesinos es triste que los acaparadores no estén valorando su trabajo y su producto pagando precios muy bajos.
«Es indignante para nosotros que nos paguen el producto a como ellos quieran, ahorita nos están pagando a 25 pesos (el litro) a peso el elote, es muy barato, los acaparadores son los beneficiados, no nosotros», lamentó.
Los principales acaparadores vienen a comprar su producto procedentes del puerto de Acapulco, donde ellos venden el litro (conformado de 15 elotes) hasta en 100 y 120 pesos, lo que despierta la inconformidad en los productores.
Dijo que están muy inconformes, porque es justo en este momento en que están padeciendo estragos por la pandemia, hay muchos enfermos, y otros han fallecido por no poder acceder a atención médica, y encima les abaratan su principal producción.
Explicó que además los insumos, el uso de maquinaria y mano de obra están los precios muy elevados.
Para la siembra de una hectárea ejemplificó, para barbechar, rastrar y surcar contratan un tractor que les cobra cuatro mil pesos; el bulto de maíz híbrido para sembrar les cuesta tres mil 800.
El gasto más fuerte es en el fertilizante; para tres aplicaciones a una hectárea de maíz deben comprar más de 50 bultos y cada uno les cuesta 300 pesos, el sulfato, y 550 el granulado, lo que deriva en una inversión de más de 20 mil pesos.
El señor Ramiro Guevara Bautista, se ha dedicado toda su vida a este cultivo, el cual heredó a sus hijos, y comenta que año con año enfrentan esta situación con los acaparadores, y hasta se han acostumbrado.
No así sus hijos, quienes toman conciencia de que se está cometiendo una injusticia con los campesinos, quienes invierten y dedican todo su tiempo a su siembra, para que al final casi regalen su producto.
Uno de sus hijos, reprocha mientras hace una pausa al corte de elote, que es un abuso, porque el elote que aquí les pagan a un peso, en una plaza, parque o playa de Acapulco termina vendiéndose hasta en 25 o 30 pesos.
A pesar de todos los obstáculos persisten en esta batalla contra los precios, pues hay otra temporada en el año en el que pueden reponerse si el precio llega a rebasar los 30 o 40 pesos el litro, que también ha ocurrido.
Hicieron el llamado al Gobierno Federal a implementar también algún programa para sacar sus productos a otros mercados o incluso que se pudiera distribuir mediante el sistema que maneja Segalmex, o a través de la Delegación de Bienestar.