Texto: Jesús Saavedra

Fotografía: Despertar de la Montaña

Chilpancingo, Gro. 25 de agosto de 2021.- Familiares de pacientes que son atendidos en el Hospital de la Madre y el niño Indígena Guerrerense hicieron un llamado al presidente, Andrés Manuel López Obrador para que la federación tome el control de esa institución y se atienda de manera correcta a familias pobres de la región de la Montaña, quienes tienen que pagar cuentas de 15 a 18 mil pesos porque los insumos para atender a pacientes no son subrogados por las autoridades sanitarias y deben de pagarlos ellos de manera directa.

Hace una semana se dieron a conocer un testimonio de un angustiado padre de familia que mostraba los recibos de compras que superaban los 18 mil pesos, que era para la atención de una de sus hijas que estaba internada en ese Hospital desde finales de julio.  

Este miércoles varios padres de familia de pacientes de ese Hospital pidieron la urgente intervención de la federación, ante la degradación administrativa de ese lugar que no tiene siquiera los insumos básicos como jeringas, gasas, algodón, alcohol y menos insumos especializados de atención como catéteres o un equipo para colocar soluciones salinas.  

Ese Hospital fue inaugurado en el 2005 y en octubre próximo estará cumpliendo 16 años de servicio a familias indígenas de la región de la Montaña, pero la calidad de atención a sus pacientes se ha ido degradando, al grado último que desde el año pasado los familiares de los pacientes tienen que subsidiar medicamentos e insumos de atención médica.  

Informaron que el Hospital del Niño y la Madre Indígena Guerrerense con sede en Tlapa, recibía un subsidio anual del gobierno del estado y la federación, del cual solo persiste el que paga el gobierno estatal, que sólo alcanza para pagar salarios y tener una remesa muy limitada para adquirir insumos y medicamentos al mes, que se agota por lo regular en la primera semana de cada mes.  

Trabajadores de ese Hospital que pidieron el anonimato informaron que recibía un subsidio federal porque era un nosocomio acreditado médica y administrativamente, pero en el 2015 hubo una revisión o auditoría al funcionamiento operativo, en donde se detectaron irregularidades y fue suspendida la acreditación y por tanto el subsidio federal que recibía y eso afectó severamente la atención a los pacientes.  

Abundaron que en promedio se atienen al año a 3 mil a 3 mil 500 madres que acuden a recibir atención de parto, además de las consultas y especialidades que se atienden en ese Hospital, en donde prevalece la llegada de familias indígenas de escasos recursos económicos.  

Señalaron que desde el 2014 se hicieron los trámites necesarios para volver a acreditarse como Hospital y tener acceso de nuevo al subsidio federal, pero que no se ha logrado y el año pasado tampoco se pudo concretar.  

Los trabajadores de ese Hospital se quejaron de la ausencia de su director, Oscar Velazco González, en tanto los problemas administrativos y de atención médica a los usuarios se va agravando a final de esta administración sexenal.  

Informaron que son 162 trabajadores de base, 120 trabajadores más que dependen del Seguro Popular y unos 60 trabajadores eventuales, pero que se requiere de cuando menos 20 médicos, 30 enfermeras, para las áreas de Quirófano y Urgencias, “ha crecido la atención a familias cada año en el Hospital y se ha incrementado la carga de trabajo, pero no se ha contratado a personal lamentablemente”, indicó un trabajador del Hospital.  

Aceptó que hay padres de familia que pueden gastar más de 18 mil pesos para que puedan atender a un familiar, “por ejemplo es recurrente que se requiera de un catéter para atender a un niño y en promedio cuesta entre 3 mil a 5 mil pesos y puede que sea uno que se cambie cada mes o que se requiera cambiarse cada semana; hay por ejemplo la necesidad reiterada de comprar equipos para colocar soluciones salinas y administrar medicamento que cuestan en promedio mil 500 pesos, son insumos especiales que antes se subsidiaban y ahora no, los tienen que pagar los familiares del paciente”.  

Se quejó además que los familiares deben pagar los medicamentos que son requeridos por el doctor que atiende a su familiar, “es grave y triste la situación que se vive en el Hospital, nosotros como trabajadores no llegamos a tener guantes, alcohol en gel, jabón, gasas, vendas, algodón, mertiolate y son insumos que tristemente deben pagar los familiares de los pacientes”.  

En ese contexto varios padres de familia con pacientes que son atendidos en ese Hospital, hicieron un llamado al presidente, Andrés Manuel López Obrador para que la federación intervenga y se haga cargo de la operación administrativa de esa institución, “pedimos que nos voltee a ver y que se cumpla que primero los pobres, acá tenemos que pagar nuestras medicinas y empeñar nuestra esperanza con préstamos que a veces nunca vamos a poder pagar y que lo hacemos para que tengan salud nuestros hijos”, manifestó uno de los padres.

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