Texto: Bernardo Torres
Fotografía: Sergio Ocampo Arista / La Jornada
Chilpancingo, Gro., 26 de septiembre de 2021.- Andrés Brito Guadarrama, preso desde hace más de 30 años sin recibir sentencia en Chilpancingo, envió un reclamo a la senadora guerrerense, Nestora Salgado García cumpla su palabra con los presos políticos.
A través de un documento el señor Brito manifestó que es triste que tres años después de solicitar su ayuda, siga en la cárcel por ser un preso de consigna «Triste, porque usted no tuvo la voluntad de hacer por los presos del estado de Guerrero, aquello que otros y otras hicieron por usted cuando estuvo tras las rejas».
Reclamó a la senadora que ha defraudado la confianza que el presidente de la República puso en los legisladores a fin de que los presos sin razón obtuvieran su libertad.
«Triste, porque mientras usted disfruta de fuero y libertad, nosotros amanecemos cada día más presos, sin que usted haga nada por ninguno; y eso, senadora, si no es un crimen, cuando menos es una traición e ingratitud de su parte», indicó.
Dijo que durante estos últimos tres años, nunca la ha visto al interior de este penal de Chilpancingo Guerrero brindando aliento a los que purgan penas inmerecidas, ni siquiera ha levantado la voz para pedir justicia en estos casos.
Es más, le reclamó que tampoco reclame la libertad de mujeres que en prisión están sufriendo maltratos, «no olvidando que no hay acto más digno que
una mujer defendiendo a otra».
En la prisión, dijo, los presos y presas siguen muriendo por falta de medicamentos, pasan hambre porque la comida en los Ceresos es de mala calidad «vomitiva».
Las mujeres siguen siendo denigradas como si no valieran nada por ser mujeres, y qué decir de nuestras madres, de nuestras hijas, de nuestras hermanas, ellas son violentadas, manoseadas por
custodios y custodias, incluyendo a nuestras esposas, que son tratadas como criminales cada vez que nos visitan en este penal, sin haber cometido delito alguno», se quejó.
Indicó que no buscan privilegios, sino que se les haga justicia, que dejen de ser objetos de tortura y que miles de pesos destinados para los penales vayan a dar a manos de mandos corruptos.