Texto y fotografías: Bernardo Torres
San Vicente, Sierra de Guerrero, Gro., 06 de octubre de 2021.- Mientras los gobiernos estatal y federal olvidan las carencias de los pueblos de la sierra de Guerrero en materia educativa, de salud y carretera, lo único que no olvidan es la destrucción de su principal sustento, la amapola.
Los últimos dos días, con el uso de helicópteros, el Ejército Mexicano ha destruido alrededor de 50 hectáreas de este cultivo hasta ahora ilegal, pero que durante décadas ha sostenido la economía en la Sierra.
Las localidades afectadas en la Sierra de Chilpancingo son hasta ahora San Vicente, Huacalapa, El Fresno, El Tejocote, Xocomanatlán y Coapango, donde se ha visto a los helicópteros fumigar los plantíos.
Un joven de la comunidad de San Vicente, ubicada en la zona serrana del Municipio de Chilpancingo, reprochó a las autoridades el abandono en el que los mantienen, y se ven orillados a sembrar este enervante para mantener a sus familias.
Esta localidad se encuentra en zona de alto riesgo desde el paso de los fenómenos meteorológicos «Ingrid» y «Manuel» en septiembre de 2013, grandes deslaves mantienen desde entonces la amenaza de sepultar a sus más de dos mil habitantes.
Este mismo joven reprochó que se les prometió reubicarlos en un sitio seguro, esperaron varios años, hasta que perdieron la esperanza, incluso con el presente gobierno federal que dirige Andrés Manuel López Obrador que aseguró sería diferente.
Apenas el pasado mes de agosto, un enorme deslave encendió la alerta otra vez, toneladas de lodo y piedra quedaron apenas a unos metros de las casas, pero quienes al no tener a donde ir, permanecen bajo este riesgo.
En un sitio baldío fueron construídas sólo dos aulas, pero insuficientes siquiera para albergar los niveles de preescolar, primaria, telesecundaria y telebachillerato, con los que cuentan en este poblado.
Después del bachillerato, indicó que ningún joven hasta ahora ha estudiado una carrera profesional por la falta de recursos, oportunidades y el nulo apoyo gubernamental.
La siembra de maíz es apenas suficiente para pasar cada temporada, no les genera recursos como para enviar a los jóvenes a una universidad, si vendieran un terreno o animales, apenas les alcanzaría para mantenerlos un mes en la ciudad.
Carecen de escuelas, internet, médicos y medicinas, empleos, las carreteras siempre están en mal estado, y en tiempo de lluvias se ven obstruidas por deslaves, desprendimientos de rocas o caídas de árboles sobre la vía que conduce a Chilpancingo.
Ante tal situación, encuentran como único medio para subsistir, la siembra de amapola, aunque de unos cinco años para acá el precio se ha desplomado, de antes costar 25 mil pesos el kilo de goma, hasta cuatro o cinco mil pesos.
Pero ni siquiera esto les deja el gobierno y a pesar de saber las carencias en que viven, las autoridades no olvidan cada año desplegar cientos de soldados, incluso utiliza aeronaves que no son usadas ni en emergencias o para garantizar la seguridad en los pueblos.
Tras la destrucción de los últimos días de la amapola, la población queda en la incertidumbre, en caso de enfermarse no podrían llevar a sus enfermos a un hospital o clínica, donde no perdonan a los pobres.
El joven, aunque no quiso revelar su identidad por seguridad hizo un llamado al presidente Andrés Manuel y a la gobernadora electa, Evelyn Salgado Pineda a que frenen estos operativos que sólo agudizan la pobreza y las carencias para la gente de la sierra.
Pidió que piensen en que las familias de la sierra están abandonadas, y si no les envían los apoyos necesarios que los dejen ejercer esta labor, que a pesar de ser ilegal es su único sustento y fuente de empleo.