Texto y fotografías: Luis Daniel Nava

Chilapa, Gro., 10 de junio de 2022.- Después de denunciar que en el nuevo hospital de Chilapa le cobraron más de 10 mil pesos en material de curación, medicinas, estudios y alimentos para atender a su esposo José Antonio, la señora María Josefa ha recibido llamadas de ese nosocomio para interrogar quién llevó a los reporteros a su domicilio.

En tanto el director del hospital, el doctor José Lorenzo Nava Bailón rehuyó programar una entrevista para este viernes argumentando una reunión de trabajo.

La familia de José Antonio García de 45 años, de la comunidad de Ocuituco, se vio obligada a sacarlo del nuevo hospital general de Chilapa administrado por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) porque no pudo seguir pagando el material de curación, medicamento, estudios y comida.

El paciente sufrió una caída cuando trabajaba en una construcción por lo que fue llevado a las instalaciones improvisadas del hospital el pasado 14 de mayo; salió el 20 de mayo del nuevo edificio recién inaugurado tres días antes por la gobernadora Evelyn Salgado y el director general del Insabi Juan Antonio Ferrer.

Lo único que cambió fue el inmueble en que se atendía ya que a pesar de contar con su seguro del Insabi le fueron cobrados una ambulancia para traslado en 3 mil 600 pesos (la cuál no pudieron pagar), cuatro radiografías por 2 mil 300 pesos, material de curación, medicinas y el pago de 120 pesos diarios por tres comidas.

La señora Josefa así contó parte de su experiencia: “el especialista me dijo que estaba grave mi esposo, el problema es el dinero que tenía, lo que mis hijos pidieron prestado, ya no nos alcanzó, la verdad. Le estaba comprando a él comida todos los días, de 40 pesos el almuerzo, 40 en la tarde, en la noche, aparte lo que íbamos a comer con mi hija».

“Pues ya no teníamos después para comprar el medicamento, pañales y pues ya no tenía yo de dónde sacar, ni quién te va a prestar porque ya no te prestan nada. –¿Un aproximado de cuánto ha gastado?, se le preguntó “Mínimo unos 16 o 17 mil pesos, en medicamentos, la camioneta que lo trajo y todo eso”.

Añadió que un especialista de Chilpancingo le comentó que su esposo por la gravedad de su diagnóstico tenía que quedarse por lo menos otras dos semanas hasta que mejorara, pero su esposa e hijos ya no tenían dinero.

José Antonio permanece en su domicilio de Ocuituco desde el 20 de mayo postrado en un viejo colchón. La inmovilidad le ha provocado dos úlceras que le han carcomido la piel, una en la parte baja de la cadera y otra en el tobillo.

Además de exponer el caso, María Josefa Salvador clamó ayuda al gobierno de México, al del estado y a la alcaldía de Chilapa para la atención del señor José Antonio. No obstante, hasta ayer lo único que recibió fueron llamadas de personal del nuevo hospital general de Chilapa no para ofrecerle ayuda, sino para preguntarle de manera insistente quién llevó a los reporteros hasta su domicilio para documentar el caso.

“A doña Josefa le llamaron del hospital y le estuvieron preguntando de una manera muy insistente que quién le llevó a los reporteros”, confió una fuente. Por la tarde de ayer se contactó al director del hospital general de Chilapa, José Lorenzo Nava Bailón para solicitar una entrevista para este viernes acerca del caso de José Antonio durante su estancia en el nosocomio.

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