Texto y fotografías: Luis Daniel Nava

Chilapa, Gro., 14 de junio de 2022.- Familiares de pacientes del nuevo hospital general de Chilapa del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) pernoctan entre la lluvia y sin sanitarios.

Además de gastar todos los días en medicinas, material de curación, estudios y alimentos de los mismos pacientes.

La señora María del Rosario Barranca, llegó hace dos semanas para acompañar a su hija que dio a luz; su bebé permanece en una incubadora neonatal dentro del hospital.

La semana pasada, narró, fueron sacados del hospital junto a decenas de familiares por lo que ahora permanecen afuera de una pequeña plaza comercial a un costado del hospital.

Sus únicas dos cobijas se le mojaron con una fuerte lluvia que cayó el jueves pasado.

Del medicamento para su hija y su nieto, dijo, ya ha gastado más de 7 mil pesos.

“Los medicamentos nosotros los compramos, todo lo que necesitan allá nos dan un papelito y estamos comprando. Hijole, llevo gastado como 7 mil porque era (atención) de mi hija y mi nietito, también se puso mal. Pañales, tiritas, sondas, medicina.

En esa plaza comercial están instaladas dos farmacias pero prefiere comprar en la zona urbana de Chilapa donde los precios, comentó, no están tan elevados.

En los 15 días también pagó 80 pesos diarios por el desayuno y la comida que le dieron a su hija en el nosocomio.

Para la merienda, expresó, le pidieron comprar un jugo y un pan tostado.

“Me quedo aquí con ella en la noche. Baños no hay, tenemos que ir al baño allá, por ejemplo yo pido permiso y a veces un policía no quiere. Nos vamos para allá atrás en los terrenos baldíos”.

Madre soltera, María del Rosario pidió a la gobernadora Evelyn Salgado que les ayude con la medicina.

“Que nos ayude con la medicina, está muy cara. Por ejemplo yo no tengo esposo, nomás yo y mis hijas, ahorita tiene que ir a bañarse hasta el pueblo, le daban permiso de bañarse pero ya no los dejan bañarse.

Para ir a Santa Cruz de ida y vuelta tienen que gastar otros 120 pesos.

Porfirio Santiago Sánchez, acompañado de su hijo de 12 años, también está afuera del hospital en espera de su esposa. Lleva dos semanas y desde hace cinco días pernocta en una banqueta desde que los echaron de la sala de espera y la explanada del nosocomio.

“No nos dejan pasar, les pedimos chance de pasar al baño y no nos dejan, nos tenemos que ir hasta el mercado (a una distancia de casi un kilómetro)”.

Porfirio Santiago es de la comunidad de San Jerónimo Palantla cuyo costo del pasaje de ida y vuelta es de 100 pesos; un taxi hasta su pueblo cobra 800 pesos sólo de ida. Por lo que ha decidido hacer guardia afuera del hospital.

Asegura que ya ha gastado más de 5 mil pesos en medicinas y alimentos y que ya no tiene dinero. Aún así los médicos le han dicho que su esposa estará por lo menos otras dos semanas.

“Debemos comprar lo que nos van pidiendo, pañales, medicina. Llevamos gastados como 5 mil pesos, de hecho ya estamos pidiendo prestado porque ya no tenemos. Todavía faltan dos semanas más y se acabó el dinero.

La misma petición le hizo a la gobernadora Evelyn Salgado que el pasado 17 de mayo inauguró el hospital.

“A la gobernadora, que si nos puede ayudar con el medicamento, algo que pedimos aquí. Necesitamos el dinero, venimos de lejos”.

Cerca de ese lugar de la entrevista está una familia de la comunidad de Tlaxinga a quien le pidieron unos estudios de rayos x en un laboratorio privado por un costo de 2 mil 500 pesos. Su paciente padece una embolia y requiere traslado a otro hospital.

En un boletín publicado el 17 de mayo pasado por el Gobierno de México “050. Insabi y gobierno de Guerrero inauguran Hospital General de Chilapa de Álvarez” se informa que para concluirlo el Insabi invirtió un total de 294 millones de pesos, de los cuales  162.8 se destinaron a la obra y 131.6 millones al equipo médico.

En su intervención, el director del Insabi, Juan Antonio Ferrer dijo que con el fin de incrementar el porcentaje de medicamentos en la entidad, el Insabi envía fármacos directamente a los centros de salud y hospitales para asegurar que lleguen a quienes los necesitan.

Dentro del hospital se construyó por gestión de la ex diputada local del PRI, Verónica Muñoz Parra un albergue para familiares de pacientes que acuden de fuera de la ciudad. El inmueble permanece sin funcionar.

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