Texto: Jesús Saavedra
San Francisco, Tecoanapa, Gro., 29 de julio de 2022.- Eloína Ramírez Díaz es una de las cinco comisarias municipales que tomaron posesión este viernes en su cargo por un año, en esta comunidad indígena de la región de la Costa Chica, “las mujeres podemos ser autoridades y tenemos la capacidad de responderle a nuestros pueblos, donde tenemos muchas necesidades”.
Este viernes por la mañana tomaron posesión y protesta 49 comisarios y 5 delegados municipales, de los cuales cinco son mujeres, quienes al igual que sus pares recibieron su bastón de mando por un período de uno año al frente de sus comunidades.
Eloína vive en la comunidad de San Francisco, a 12 kilómetros de la cabecera municipal y donde hay presencia de la Policía Comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Esta localidad ha marcado la vida comunitaria con la participación activa de las mujeres, hace cinco años se fueron integrando a la Policía Comunitaria mujeres, primero fueron dos, posteriormente se fueron incorporando más mujeres hasta llegar a 12 quienes este viernes portan orgullosas una playera negra con la leyenda Policías Comunitarias de la UPOEG y un tolete.
Luego de tomar posesión del cargo, Eloína viajó en una camioneta pasajera hasta su localidad, donde la esperaba una comitiva de bienvenida en el acceso a esta comunidad.
Una banda de chile frito, Policías Comunitarios y habitantes de la localidad la esperaban con confeti, cohetes, unos listones y unas cadenas de flores y de dulces para recibir a su primera autoridad.
Eloína hizo historia junto con sus otras 4 compañeras que tomaron posesión como autoridades de sus pueblos y la recibieron como tal, vivas y porras la acompañaron junto con los adultos mayores de San Francisco, quienes la acompañaron hasta la iglesia de la localidad donde acudieron a agradecer a su santo patrono y pedirle que la acompañen en su labor como autoridad.
Luego de acudir a la iglesia, los habitantes de esta comunidad la recibieron en la cancha techada de basquetbol, donde el comisario saliente dio un informe de su labor y entregó el bastón de mando a Eloína.
En la mesa principal, la comisaria municipal, sostuvo que fue una labor de muchos años para convencer a los habitantes de elegir a una mujer como su autoridad, “las mujeres no tenemos derecho a esos espacios, las mujeres somos apartadas de las decisiones de la comunidad y con el dicho o la tradición que las mujeres son para estar en la case y atender a los hijos”.
Agradeció que le hayan dado respaldo para que haya sido elegida como autoridad, “ahora debemos de trabajar para entender que el género debe ser equitativo, que hombres y mujeres somos uno mismo”.
“Los hombres tienen manos, nosotros también tenemos manos para trabajar. Dios nos dio pies, nos dio el habla, nos dio entendimiento y tenemos todo lo que un hombre tiene y ahora el trabajo debe ser mutuo”, aseveró.
Señaló que el pueblo tomó la decisión de elegirla como autoridad, “por primera vez se logró esta situación y donde afortunadamente tengo el respaldo de mi esposo, de mis hijos, de mi familia y de nuestro pueblo; no venimos a mandar, venimos a servir y a hacer historia”.
Acepta que es un reto ser autoridad en san Francisco, “no tengo miedo, soy una mujer segura, de retos, de decisiones y sé que voy a poder porque no estoy sola, Dios me acompaña, mis compañeros de una Mesa de Concejo que me respalda y no vamos a trabajar solos, vamos a trabajar en equipo”.
Ramírez Díaz explicó que en esa localidad hay necesidad de empleo para adolescentes, de proyectos productivos, empleo para las mujeres y la obra más apremiante es la introducción del drenaje sanitario en la localidad, para evitar seguir contaminando un abundante río que cruza esta localidad de la Costa Chica, “en nuestro pueblo las mujeres queremos ser productivas y no solo estirar la mano, pero es necesario que las autoridades nos volteen a ver”.
Informó que una muestra de la labor de las mujeres en esta localidad es la incorporación al cuerpo de la Policía Comunitaria, “son doce compañeras a las que les hace falta un uniforme, botas, solo tienen una playera y un tolete con el que hacen su labor”.
Ellas atienden casos de mujeres, “un hombre no puede agarrar una mujer y detenerla o atender su denuncia, son las compañeras las que atienden de manera directa algún problema que haya en la comunidad”.
Sostuvo que en esta localidad están atendiendo casos en especial de violencia hacia las mujeres, “afortunadamente no hemos tenido ningún incidente grave o delicado, pero nuestras compañeras están puestas como vigilantes y sin recibir ningún salario de por medio, es una labor social y comunitaria”, añadió.