Texto y fotografías: Luis Daniel Nava 

Chilpancingo, Gro., 06 de septiembre de 2022.- La lengua me’phaa está muriendo y escribir es fundamental para hacer memoria de nuestro pueblo, lanzó el escritor Hubert Matiúwáa este fin de semana en la capital del estado.
 
Y señaló que los pueblos de la Montaña baja y alta viven una violencia cotidiana por resistir a defender el territorio que consideró lo más sagrado porque es el lugar donde aprendieron a jugar, amar y a vivir.

“Y tenemos que estar ahí contra todo y cómo venga porque es nuestra casa, nuestro hogar, nuestro hábitat, ahí están los hongos que comemos, los quelites, nuestra tierra, nuestra gente, nuestro primer amor, donde caímos”.

El poeta de Malinaltepec, perteneciente a la cultura me´phaa, presentó la tarde lluviosa del sábado en Chilpancingo sus obras Mbo Xtá ridà / Gente piel (2020) y Túngaa Indìí / Comisario Jaguar (2021) ante un puñado de colegas, fotógrafos, realizadores de cine, periodistas y ex compañeros de escuela. Lo hizo en el foro cultural Sita.

Fue una cascada de parábolas, alegorías, metáforas, onomatopeyas y vivencias acerca de la escritura, la cultura, la política, la violencia, el territorio y la resistencia. Una pincelada de la cosmovisión me’phaa del mundo.

“Le llamamos cicatriz a la escritura que queda y nunca se borra, porque va a contar el mundo en la piel de la hoja, en la piel de un árbol, de una persona, son huellas del tiempo”.

“Escribir es una reivindicación. La lengua me´phaa esta muriendo todos los días, un esfuerzo de escribir es fundamental para hacer memoria de nuestro pueblo cuando todo está enfocado a que desaparezcamos”, soltó en medio de celulares que registraban su palabra y cámaras que buscaban un ángulo en el reducido espacio del inmueble.

Para Matiúhaa, Gente piel y Comisario Jaguar son el testimonio de la escritura de su pueblo desde la lengua. “Eres parte de los demás, incluso de los que no están vivos”.

En la presentación criticó el papel de las instituciones de gobierno en los pueblos indígenas.

Las dependencias, dijo, sólo se acuerdan que existen las lenguas y las comunidades dos veces al año y lo hacen con programas que sólo folclorizan su cultura.

“Después de ahí pareciera que no existiéramos. Y los compañeros que buscan lo justo en el mundo son perseguidos, son desaparecidos. Significa que no nos respetan”.

Y agregó: “La realidad es otra, vean los pueblos de Chilapa, cómo está el conflicto de Alcozacán, todo allá arriba, los pueblos de la Montaña. ¿Qué es lo que está sucediendo?, ¿a poco no hay capacidad para resolver ese problema?. Es muy profundo el problema de violencia que vivimos y que tiene que ver con los pueblos”.

Al referirse a la obra Comisario Jaguar el poeta guerrerense indicó que los partidos políticos han carcomido todo el tejido social de la comunidad por sus intereses económicos.

Dijo que el relato, aunque doloroso, le parece necesario porque más allá de la injusticia desde las instituciones, los pueblos enfrentan una violencia más cotidiana y más cabrona.

“Violencia de la que tienen que dar respuesta, vean a los niños de Alcozacan ¿qué necesidad de armarse para defender su territorio?. El territorio es algo más sagrado para nosotros, es el lugar donde aprendimos a jugar, a amar, a vivir».

“Primero que nos acaben a todos y luego que se lo lleven todo, porque sin ese lugar nosotros no somos. Porque ahí es donde están nuestros padres y ahí van a nacer nuestros hijos y tenemos que resistir”.

“Y tenemos que estar ahí presentes contra todo y cómo venga porque es nuestra casa, nuestro hogar, nuestro hábitat, ahí están los hongos que comemos, los quelites, nuestra tierra, nuestra gente, nuestro primer amor, donde caímos. Todo constituye una identidad, una colectividad, una memoria”.

–¿Ves una esperanza en que la lengua y la cultura me’phaa pueda florecer?, ¿cuál es el camino?, preguntó este reportero al final en una escueta entrevista.

“Veamos la lengua como si fuera nuestra madre, sólo se va a salvar si los hijos nos ponemos las pilas. Nadie de afuera va a venir a salvar nuestra lengua”, concluyó el creador del proyecto Gusanos de la memoria, que trabaja para incentivar la creación literaria y recuperar la memoria oral. 

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