ATRÁS DE LA RAYA
Por: Heliodoro Cerros Flores
Chilpancingo, Gro., 13 de octubre de 2022.- Es el título del libro de la escritora y periodista, Elena Chávez, en el que narra diversos sucesos ocurridos durante 18 años en los que mantuvo un contacto directo con los operadores políticos de Andrés Manuel López Obrador, entre los que se encuentra quien fuera su esposo, César Yáñez, quien fue el vocero oficial hasta el 2018 cuando fue sustituido por Jesús Ramírez Cuevas.
El libro, que la editorial Grijalbo sacó a la venta el pasado día lunes, 10 de octubre, ha generado una fuerte polémica por los señalamientos que se vierten contra el ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su “equipo cercano”, a quienes prácticamente se les derrumban sus postulados “moralistas” y de lucha contra la corrupción.
De los sucesos que se narran en el libro de referencia, hay un tema que nosotros queremos tratar- siendo la parte sustantiva de la narrativa de la escritora y periodista, Elena Chávez – porque, directa o indirectamente, y aunque no se mencionan todos los nombres, involucra a muchos personajes políticos del Estado de Guerrero como Zeferino Torreblanca Galindo, Ángel Aguirre Rivero, Rogelio Ortega Martínez, José Luis Abarca y Lázaro Mazón Alonzo, entre otros.
Y se trata del sistema de “MOCHES” que López Obrador institucionalizó para recabar recursos económicos desde cuando presidió el gobierno del Distrito Federal para “fortalecer” su movimiento y las tres campañas presidenciales que él encabezó.
En el libro se destaca que tanto el actual secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, como el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, formaron parte del grupo de primer nivel que incurrieron en actos que se pueden considerar delictivos, de corrupción y saqueo de recursos públicos para apoyar las campañas presidenciales de López Obrador.
Elena Chávez detalla como los operadores políticos de López Obrador consiguieron durante mucho tiempo miles de millones de pesos para cumplirle a su jefe, y de paso, también se sirvieron con la cuchara grande quedándose con cuantiosos recursos económicos. Aquí, la escritora aclara que “no busco denostar a ninguno de los personajes que aquí aparecen, sino tan solo romper un pacto de impunidad”.
Pero, ¿cómo era el sistema de “MOCHES” económicos institucionalizado por López Obrador y que cobraban sus operadores políticos? Bueno, desde que fue jefe de gobierno del Distrito Federal –hoy CDMX- López Obrador estableció el pago de una cuota de 10 y 20 por ciento de su salario a los trabajadores y a los funcionarios de las distintas dependencias, recurso económico que se recababa y era entregado en efectivo al personal habilitado para ello.
En el 2006, López Obrador solicitó licencia para separarse del cargo de jefe de gobierno del Distrito Federal para participar en su primera campaña presidencial, primera contienda cívico electoral que perdió ante el candidato del PAN, Felipe Calderón Hinojosa.
A partir de esta primera derrota, López Obrador fortalece su sistema de cobro o “MOCHE” de cuotas para mantener su movimiento y la lucha por la presidencia, destacándose la participación del actual secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien siendo jefe de gobierno del Distrito Federal recababa millonarias cantidades de dinero que eran transportadas en maletas y portafolios hasta las manos del “JEFE”.
Además de las arcas de las dependencias del Distrito Federal, que también alcanzaron los dos primeros años de gobierno de Miguel Ángel Mancera, se cobraron “MOCHES” económicos en las secretarías de la Asamblea Legislativa, en el Metro, en la Red de Transporte de Pasajeros de la Línea 12 y en los GOBIERNOS DE LOS ESTADOS DE LA REPÚBLICA, QUE ERAN ENCABEZADOS POR MILITANTES PERREDISTAS.
Y es aquí, donde se asegura que los “MOCHES” económicos establecidos por López Obrador alcanzaron a los Estados que eran gobernados por militantes perredistas, durante la lucha de resistencia y las subsecuentes campañas presidenciales.
Tocará a los personajes en cuestión aclarar, aceptar o desmentir los señalamientos que se vierten en el libro <>. Y en primer término tenemos a Zeferino Torreblanca Galindo, quien enarbolando la bandera del PRD gobernó al Estado de Guerrero durante los años del 2005 al 2011, siendo una de las etapas más activas de la movilización de López Obrador contra lo que calificó de fraude electoral el triunfo de Felipe Calderón Hinojosa.
Y bueno, no creemos que las visitas de López Obrador a Guerrero fueran de simple cortesía y que Torreblanca Galindo solo cubriera los gastos de su estancia. Al concluir la visita, López Obrador siempre se retiraba de Guerrero con la mejor sonrisa en su rostro, seguramente se llevaba la “maletota” de dinero o ¿No?
Ángel Aguirre Rivero encabezó dos periodos gubernamentales en Guerrero: primero como gobernador sustituto de 1996 a 1999, siendo militante del PRI, en lugar de Rubén Figueroa Alcocer, quien fue destituido por el Congreso del Estado por la masacre de Aguas Blancas, en la Costa Grande, ocurrida el 28 de junio de 1995.
En su segundo periodo, que inició en el 2011, Ángel Aguirre Rivero ganó la gubernatura de Guerrero enarbolando la bandera del PRD, pero se vio obligado –se dice que por presiones políticas- a solicitar licencia el 26 de octubre de 2014 para separarse del cargo por los sucesos de la desaparición y muerte de los estudiantes de Ayotzinapa.
Antes de los sucesos de Iguala, Aguirre Rivero también fue anfitrión de López Obrador y también siempre se les vio sonrientes. Rogelio Ortega suplió y concluyó el periodo de gobierno de Ángel Aguirre, aunque por los sucesos de Iguala, López Obrador suspendió sus visitas a Guerrero.
Y por cuestiones de espacio, ya no podemos enlistar a los representantes populares que gobernaban con las siglas y la bandera del PRD en Guerrero durante la segunda campaña presidencial de López Obrador, que perdió contra el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto en 2012, y la tercera en la que resultó triunfador en el 2018.
En el libro <>, se resalta la participación de los ex –alcaldes de Iguala, Lázaro Mazón Alonzo y José Luis Abarca Velázquez, siendo detenido y encarcelado el segundo de los mencionados como presunto responsable de la desaparición y muerte de los estudiantes de la normal de Ayotzinapa.
Al cierre. En el libro se narra que Lázaro Mazón recibía fuertes cantidades de dinero de José Luis Abarca para entregárselos a López Obrador, lo que ya salió a desmentir el ex –edil de Iguala, aunque sí aceptó que se cubrían los gastos durante las visitas del líder y guía “moral” del PRD. Lo que queda claro, también, es que López Obrador vivió durante los últimos 22 años con lo que el pueblo bueno le aportaba con sus “donaciones” económicas…Veremos.