Texto y fotografía: Bernardo Torres Morales
San Miguel Totolapan, Gro., 08 de noviembre de 2022.- A sus 15 años Erik Geovanny cursaba el primer año de Bachillerato en San Miguel Totolapan, y se preparaba para llegar a ser Médico Militar, pero balas disparadas por criminales le arrebataron su sueño el pasado 05 de octubre.
A más de un mes y sin recuperar las ganas por seguir adelante, el señor Pascual Contreras, recuerda que cerca de las 02:00 de la tarde de ese día, su mamá, la señora Efigenia Jacobo le pidió que fuera a comprara carne al centro para preparar la comida.
Jamás se imaginó que en ese justo momento un grupo de criminales irrumpirían en el poblado disparando con armas de grueso calibre en contra de todo lo que se les atravesara en su camino al Ayuntamiento.
Las balas alcanzaron a Erick, quien se desplazaba frente al Ayuntamiento en una motoneta roja, donde quedó tendido.
«Nos preocupamos muchísimo mi esposa y yo, pero a la vez pensamos, Erik es un niño muy listo, seguro alcanzó a esconderse, ahorita que termine la balacera voy a buscarlo», dijeron en ese momento.
En cuanto cesaron los disparos corrió hacia el mercado, que se encuentra a unas seis cuadras de su domicilio, en la calle se topó gente corriendo y le decían que había un joven muerto en la plaza. Se trataba de su hijo más pequeño.
«Era mi niño, querido por todos, que nunca hizo daño a nadie».
A «El Quere», o «el querendón»—como lo apodaban porque era alto y lo comparaban con «Juan Querendón», un personaje de telenovela, que interpretaba el actor Eduardo Santamaría—ahí le cortaron los sueños de ser un Médico Militar.
Erik era el menor de siete hermanos y hermanas, nunca conocieron que cometiera algún ilícito, pues pasaba la mayor parte del tiempo ayudando en labores del campo a su papá, en la escuela, además de que tenía su pequeña granja de gallinas para apoyar la economía familiar.
Durante un mes don Pascual no había ido a ver sus cultivos, perdió las ganas de seguir adelante, y apenas el lunes pudo recuperar un poco de ánimo, motivado por su pequeño nieto que también vive con ellos.
Don Pascual ha plasmado su dolor en tres composiciones musicales en memoria de su hijo, otro de sus oficios, el primero fue el corrido llamado «La Tragedia de San Miguel Totolapan», «El Corrido de Erik» y «Navidad sin ti», este último a los que aún afina detalles.
«No nos queda de otra que pedirle a Dios que nos mande una poca de resignación para que mi familia, y principalmente mi esposa que es la quien más está padeciendo esta situación», señaló.
También su esposa doña Efigenia está tratando de retomar sus actividades vendiendo cena en la esquina de la calle, con el dolor a cuestas, tienen más hijos e hijas por quienes vivir, reconocen ambos.
Sin embargo, dicen que tampoco tienen ninguna exigencia de justicia ni ayuda gubernamental.
«No tengo nada que pedir a las autoridades, de todos modos a mi hijo ya nadie me lo va a regresar, va ser suficiente con recordarlo día y noche, en cada actividad y lugares que frecuentaba», sentencia.