Texto y fotografías: Juan Blanco
Chilpancingo, Gro., 07 de diciembre de 2022. – Padres de familia y profesores del Centro de Educación Preescolar Indígena «Nicolas Bravo», de la comunidad de Hueyitlalpan, municipio de Mártir de Cuilapan (Apango), tomaron la Dirección General de Administración de Personal y retuvieron a los trabajadores, en protesta para exigir dos recursos humanos.
Alrededor de las 11:00 de la mañana de este miércoles, unos 50 habitantes llegaron a esas oficinas de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), ubicadas en la calle Cedros de la colonia Jardines del Sur, al poniente de esta ciudad, y se manifestaron con pancartas en mano.
Entrevistada en el lugar, la directora encargada del Jardín de Niños, Mariana Meredith Basilio Rojas dijo que hace tres años la maestra Zuriely Romero Castro presentó su renuncia con carácter de irrevocable, misma que fue aceptada por las autoridades educativas.
Sin embargo, señaló que hasta el momento no han enviado al maestro sustituto para desempeñar la clave federal con techo presupuestal, de modo que alrededor de 30 niños del primer año no cuentan con clases.
Dijo que tienen conocimiento que la clave fue retirada del plantel y está siendo ejecutada en otra zona por un estudiante normalista.
«La Dirección de Personal nos dice que ya no están contratando, que no hay recurso y que simplemente es quitar a docentes de comunidades donde no se justifique, pero no nos dicen nada más», manifestó.
Aunado a ello, agregó que una maestra de tercer año del mismo kínder pidió licencia por gravidez, pero que la SEG no ha nombrado al interino, por lo que 20 alumnos están también sin clases.
Hasta las 12:20 del día, los padres de familia y profesores mantenían tomada la Dirección General de Administración de Personal y retenidos a los empleados, al no haber atención a sus demandas.
Hasta las 12:20 del día, los padres de familia y profesores mantenían tomada la Dirección General de Administración de Personal y retenidos a los empleados, al no haber atención a sus demandas.
Casi 10 minutos después, un grupo de 12 policías antimotines llegaron al lugar y advirtieron a los quejosos que si no liberaban las oficinas y a los trabajadores, los desalojarían, a lo cual accedieron, por lo que media hora después se retiraron los agentes, pero continuaba ya la mesa de diálogo.