Texto y fotografías: Luis Daniel Nava 

Chilapa, Gro., 08 de diciembre de 2022.- Explotadora, terrateniente, personaje histórico y mujer que trascendió en la política fueron los calificativos vertidos en un foro a los 164 años del natalicio de Eucaria Apreza este miércoles en Chilapa. 

La historiadora y profesora de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Natividad reflexionó que lo importante de los hechos históricos es ver la parte de los ganadores y la de los vencidos, cómo actuaron y afectaron en su contexto.  

La organización Ciencia en Guerrero de Carlos Jiménez convocó a los historiadores y antropólogos de la UAG, Natividad Peralta Hernández, Octavio Astudillo Visuet y Juan Carlos Miranda a un conversatorio en las instalaciones de la Preparatoria 26 “Albert Einstein”.  

Acudieron alumnos, poetas, académicos y hasta autoridades invitadas del gobierno municipal y estatal.  

Natividad Peralta planteó que Eucaria Apreza es la tercera generación de hacendados y que la expropiación de las tierras de la región se dio antes que ella apareciera en el contexto histórico.  

“Es la tercera generación, el arrebato de las tierras se hizo en la primera y segunda, ella recibe como herencia esas haciendas latifundistas”. 

“Hay muchos mitos en torno a Eucaria. ¿Es una heroína o villana?, desde una perspectiva de la historia nosotros no podemos catalogar a un personaje como bueno o malo”.

La académica dijo que Eucaria Apreza perteneció a una élite de la sociedad guerrerense al igual que los Figueroa, Añorve, Vicario, y que se unieron a la lucha maderista porque observaron que el gobierno de Porfirio Díaz iba en declive.  

En un segundo momento de la Revolución, añadió, tras la muerte de Francisco I. Madero, también personaje de la clase alta del país, llega Emiliano Zapata que se pone del lado de los campesinos y choca con los ideales de Eucaria Apreza.  

“Lo importante de los hechos históricos y estos personajes es ver esas dos partes para ver cómo actuaron y afectaron en los hechos históricos. No podemos llegar a una conclusión tajante de decir ya no festejen el aniversario. Se trata de compartir estos conocimientos y que cada uno forme una opinión crítica de los hechos”, comentó.

El historiador Octavio Astudillo opinó que sería interesante ubicar y rescatar los lugares donde estuvieron las dos haciendas de Apreza, como la de Tlapehualapa, en Zitlala y la de Tenanzintitlán.

También dijo que era una mujer devota y que se distinguía por sus altos donativos al clero.

“Creo que para purificar el sufrimiento y dolor que causaba”, agregó.  

Chilapa, rememoró, era una plaza dominada ideológicamente por el clero y gobernada por rancheros y comerciantes que poco les interesaba la rebelión. 

El historiador citó el papel cercano a Eucaria de Amado Rodríguez Espinosa y a los líderes agrarios de Zitlala, como Juan Pablo y Fidel Cuchillo.  

“En la región desde 1842, uno de los pueblos invadidos en sus pertenencias y territorio fue Zitlala por hacendados y terratenientes. Pero en 1890 inicia un litigio contra los invasores que fueron Vicente Apreza, padre de Eucaria y dueño de la hacienda de Tlapehualapa”, comentó. 

El antropólogo Juan Carlos Miranda expresó que cerca de las grutas de Oxtotitlán, en el pueblo de Acatlán, había una molienda de caña donde trabajaban los pobladores y de la que era dueña Eucaria Apreza. 

“Fue hacendada, manejó tierras, despojó las tierras de los pueblos. Si van a estas tierras, a comunidades de Zitlala, la gente no la ve con buenos ojos. A través de los capataces, a muchos indígenas se les explotaba.

“Si por ellos fuera, vendrían a tirar su monumento”, agregó.

“No lo veo como personaje, es la clase alta que le ha dado ese título que más adelante se debería corregirse”, propuso. 

Habló de los túneles o subterráneos, uno de ellos ubicado desde del barrio de San Antonio hasta uno de sus domicilios, que le servirían para protegerse, escabullirse y hasta trasladar armas y ejército durante la Revolución.

Mencionó un pasaje donde Eucaría Apreza llevó hasta el Vaticano, en Roma, Italia, una indumentaria de Acatlán así como centenarios oro como parte de una ofrenda para la iglesia.

En el público la poeta Josefina Jaimes leyó su poema “El lado oscuro de una heroina”. En sus estrofas dice: “Nunca a ella le importaron, los derechos de los indios. Se dedicó a pisotearlos. El poder fue su delirio”.  

El cronista Luis Aguilar, también desde el público, consideró que Eucaria Apreza no fue heroína ni villana, sino mujer de su tiempo.

“Una de las pocas mujeres que trascendieron en la política, su participación era eclipsada por un movimiento dominado por los hombres. Eso ya da una pauta”.

Reconoció que es un personaje controvertido y poco conocido. El estudio de su vida por parte de la academía, dijo, no tiene más de 25 años”.

Arnulfo Tecruceño, delegado regional de Asuntos Indígenas, mencionó que Eucaria Apreza fue un personaje que explotaba a los campesinos y los endeudaban en las tiendas de raya por generaciones.

“Es el resentimiento de los campesinos nahuas”, concluyó.

Parte de su biografía oficial indica que en 1914 huyó a la Ciudad de México luego de que Emiliano Zapata embarga sus haciendas para entregarlas a los campesinos, viajó a Roma y regresó para intentar recuperar sus propiedades, pero el 27 de octubre de 1924 fue asesinada por los mismos campesinos.

Al conservatorio llegaron David Loma, director de actividades culturales del gobierno del estado y Aldy Esteban, alcalde de Chilapa. 

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