Hace 17 años se institucionalizan las Jornadas Agustinianas y desde entonces la confusión * El investigador Eduardo Sánchez refiere que fue en 1458 y no en 1533 cuando se funda Chilapantepetl por orden de Moctezuma
Luis Daniel Nava
Chilapa, 5 de octubre de 2023.- El 5 de octubre se conmemora la llegada de frailes agustinos a la región de Chilapa, más no la fundación de la ciudad, precisó el investigador Eduardo Sánchez Jiménez.
«Cuando llegan los dos misioneros agustinos (en 1533) ya había un asentamiento, ya existían 35 pueblos; por lo tanto se conmemora la llegada de los agustinos», apuntó.
En esta ciudad se ha institucionalizado el 5 de octubre como el día de la “fundación” de la ciudad por el arribo a la región en 1533 de un grupo de frailes de la Orden de Ermitaños de San Agustín, encabezados por Jerónimo Jiménez de San Esteban y Agustín de Coruña.
En los hechos, la celebración simboliza una separación entre una ciudad católica -que se asume heredera de la cultura europea- y los pueblos indígenas con sus manifestaciones aún consideradas paganas, sumidos en la pobreza y olvidados del desarrollo.
En el 2006, hace 17 años, el gobierno municipal, en ese momento encabezado por Alicia Zamora Villalva (PRI), instauró las Jornadas Agustinianas. De ese tiempo a la actualidad, las jornadas consisten en procesiones religiosas, presentación de danzas con la temática de la conquista como Los Moros y cristianos, o Los Maromeros, exposición de pinturas y fotografías, conferencias, obras de teatro y muestras de la cocina tradicional, dividida en prehispánica, virreinal y mestiza.
Ahora son cinco días, del 1 al 5 de octubre, dedicados a celebrar la evangelización. El punto culminante es una procesión encabezada por el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa y autoridades municipales.
En el desfile que anuncia el inicio de las jornadas y en las escuelas, participan niños y niñas de nivel preescolar algunos portando sotanas de fraile de la época medieval y otros calzones y camisas de manta para representar a los pobladores originarios.
El 5 de octubre al mediodía, decenas de trabajadores del ayuntamiento y religiosos cargan la imagen de un pesado cristo gigante por más de dos kilómetros. Lo hacen desde la delegación de La Ciénega, que se cree fue refugio de los naturales en la evangelización, hasta la catedral, en el centro de la población.
Mujeres del gobierno local visten trajes típicos de Acatlán, Atzacoaloya y San Jerónimo Palantla para acompañar la procesión bailando al son de una banda de música de viento. El uso de la cultura nahua para celebrar la conquista espiritual en una ciudad históricamente racista.
Sin embargo, los primeros habitantes del cerro llamado Chilapantepetl, lo que posteriormente sería Chilapa, habrían llegado en 1458 por una orden de Moctezuma Ilhuicamina, tlatoani de Tenochtitlán, de fundar un puesto de avanzada en el sur.
Pero en 1522, el capitán español Gonzalo Sandoval se apoderó de Chilapantepetl y dejó como encargados a Diego de Ordaz y Villa Gómez.
Fue el 5 de octubre de 1533 cuando siete frailes llegaron a la región a evangelizar o a introducir el catolicismo a la población nativa. No tenían la intención de fundar una ciudad.
El trazo europeo
Sánchez Jiménez, investigador del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), precisa la conmemoración del 5 de octubre en Chilapa, cabecera de un municipio ubicado entre la región Centro y Montaña de Guerrero.
“Se conmemora a dos misioneros agustinos que llegaron a la región de Chilapa a evangelizar. De los primeros siete que llegaron en junio a realizar labores pastorales, transformaciones sociales, económicas y culturales de la región.
El más grande en virtudes y herencias a la población, considera el historiador, es Agustín de Coruña.
“Si Chilapa se volvió en algún momento un espacio cultural y económico se le debe a fray Agustín de Coruña. Sus capacidades y humanismo coadyuvaron a generar una ciudad trazada a imagen de ciudades europeas, con un enfoque de ciudades del Renacimiento. Herencias como el teatro de evangelización lo vemos en las danzas de la conquista”.
La llegada de los agustinos, opina, marca un antes y un después de la vida de Chilapa sin que signifique que a partir de este hecho inició su historia.
“Recordemos que cuando llegan los dos misioneros agustinos ya había un asentamiento, ya había población en los alrededores, ya existían 35 pueblos, por lo tanto, la conmemoración que se celebra es la llegada de los agustinos.
“Mal dicha: fundación de Chilapa”, remarca.
Sánchez Jiménez, rememora, que, en las crónicas de Juan de Grijalva, otro conquistador español, se asienta que cuando llegan los agustinos no se incorporan inmediatamente a la vida social.
“De hecho, viven en una pequeña ermita de cal y canto, con palos y varas. Y tres meses después, a finales de diciembre, se habla de interacción de la población… bautismos, misas. Tres meses tardaron en incorporarse a la vida social, a la vida pastoral”.
Agregó: “Tengamos en cuenta que lo que se celebra el 5 de octubre es la llegada de los agustinos a Chilapa”, precisa el autor del libro El Proceso de Evangelización Agustina en el Sur de la Nueva España (Editorial Académica Española, 2012).