Hace un año en un ataque, mataron al alcalde Conrado Mendoza Almeda y 20 lugareños; siguen las agresiones a comunidades

Texto Juan Blanco

Chilpancingo, 5 de octubre de 2023.- Este jueves se cumple un año de los ataques armados en San Miguel Totolapan en la Tierra Caliente de Guerrero que dejaron 20 víctimas mortales, entre ellas el alcalde Conrado Mendoza Almeda, sin que hasta el momento haya una sola persona detenida.

Al contrario, el gobierno estatal y federal que presiden Evelyn Salgado Pineda y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente, han permitido aún más la expansión de La Familia Michoacana por la entidad, grupo delictivo al que se le responsabiliza de la masacre.

¿Qué ocurrió? Eran alrededor de las 15 horas de aquel 5 de octubre del 2022 cuando en grupos de mensajería instantánea de WhatsApp, comenzaron a circular reportes no oficiales de un enfrentamiento protagonizado por integrantes de dos células criminales contrarias en el pueblo.

Otros indicaban sin embargo que un grupo de civiles con fusiles de alto poder había irrumpido en la cabecera municipal y atacado a balazos el Ayuntamiento, con saldo de varios trabajadores, que aún se encontraban laborando, muertos.

Conforme pasaban los minutos la información no gubernamental iba fluyendo, pero todavía seguía sin ser precisa. También comenzaban a circular las primeras imágenes que confirmaban un ataque con fuego de balas al Palacio Municipal.

Y es que el edificio de tres pisos que hasta el momento lo alberga, presentaba en su fachada enormes agujeros producto de los multiples impactos de proyectiles.

A la par, una serie de fotografías de un joven sin vida y ensangrentado tirado boca abajo en la calle contigua al inmueble, también confirmaban la existencia de muertos.

Transcurría el tiempo y las autoridades estatales no fijaban ninguna postura al respecto ni emitían algún informe oficial, hasta que un video daba cuenta de la grave situación que vivía Totolapan, al mostrar una escena impactante de familiares llorando al pie de 13 cadáveres tendidos tras un segundo ataque armado en un autolavado.

“¿Por qué?, Diosito, te olvidaste de nosotros», vociferaba una mujer mientras el llanto de otras personas se escucha en el fondo.

Se decía que entre los cuerpos estaban el del alcalde municipal perredista Conrado Mendoza Almeda y el de su papá, el ex presidente municipal Juan Mendoza Acosta, quienes, junto a otro grupo de personas estaban llevando a cabo una reunión cuando sujetos los ametrallaron.

Entrevistado por telefono ese día, el dirigente estatal del Sol Azteca en Guerrero, Alberto Catalán Bastida confirmó el asesinato de ellos dos, pero agregó que la información que tenía es que entre las víctimas también estaban el director de la Policía Municipal, Fredi Martínez Suazo, varios agentes de esta corporación, escoltas del edil y otros trabajadores del Ayuntamiento.

En un video que fue colgado en redes sociales al otro día de la masacre, José Alfredo Hurtado Olascoaga, alias «El Fresa», quien junto a su hermano Johnny, «El Pez», lideran al grupo delictivo La Familia Michoacana, responsabilizó de la masacre a sus rivales Los Tequileros, una organización que se creía extinta en la Tierra Caliente.

En su relato, dijo que se dirigía a una reunión que habían acordado realizar con el alcalde, el papá de éste y otro grupo de personas justamente en el autolavado para tomar acciones contra una supuesta célula criminal que quería adueñarse del pueblo, cuando se cometió el hecho.

“Salgo de mi casa porque acordamos una reunión con el presidente, con su papá y con el grupo…nos tenían la trampa bien hecha, llego a la reunión (gracias a Dios siempre ando en camioneta blindada, nunca con gente armada porque consideraba ese pueblo muy tranquilo, igual que Arcelia), comieron ansias porque no me dejaron bajar de la camioneta, si me dejan bajar ahí estuviera entre las víctimas; alcancé a salir, me dejaron la camioneta desbaratada y no vi qué más pasó”, narró.

Agregó que ese mismo día él y sus colaboradores mataron a los responsables. “No dejamos ni un cabrón, decidí que no merecían ni enterrarse”, externó, al tiempo que en el video que grabó mostraba fotografías de camionetas incendiadas, con huellas de balas y manchas de sangre, supuestamente pertenecientes a los agresores.

Sin embargo, en otro video también que circuló en ese momento en las redes sociales, un grupo de hombres armados que dijeron pertenecer a «Los Tequileros», negaron su responsabilidad en la masacre y culparon de ello a José Alfredo y a su hermano Johnny.

Aseguraron que fueron éstos quienes en verdad citaron al presidente y su gente, los desarmaron y después los acribillaron.

¿Qué dijeron finalmente las autoridades estatales y federales? Al otro día de la masacre, en su conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, el entonces subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja informó que la cifra oficial de muertos era de 20 y que detrás estaban La Familia Michoacana y Los Tequileros.

“Ahí hay una disputa con un grupo criminal conocido como La Familia Michoacana, cuyas cabezas, apodadas “El Pez” y “El Fresa”, son los líderes criminales de esa región. Una línea de investigación también los vincula con este grupo Los Tequileros, como que pueden ser los responsables de estos eventos”, comentó.

Por su parte, en voz de su titular Sandra Luz Valdovinos Salmerón, la Fiscalía General del Estado informó que de acuerdo con las primeras investigaciones, los ataques duraron 15 minutos y que participaron por lo menos 40 civiles armados.

En la conferencia de prensa matutina de López Obrador del 27 de octubre, Mejía Berdeja informó que había una línea de investigación que indicaba que «El Fresa» y «El Pez» simularon que el multihomicidio ocurrió en manos de otro grupo criminal, para así exculparse.

Hubo cateos, decomisos, pero no detenidos. A partir de los señalamientos contra la organización, el Ejército Mexicano, Guardia Nacional, personal de la Fiscalía y de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, emprendieron operativos y cateos en la Tierra Caliente, principalmente en los municipios de Arcelia, Altamirano y Totolapan, que arrojaron como resultado residencias privadas, armas y vehículos de lujo asegurados aparentemente vinculados con dicho grupo, pero ningún responsable material ni intelectual detenido.

La FM se expande

A un año de la masacre, las autoridades no informan cómo van las investigaciones y no han logrado detener los asesinatos, ataques y la expansión de la FM, puesto que ya no sólo tiene el control de la Tierra Caliente y de la zona Norte, sino que su presencia se extiende hasta la Sierra de Heliodoro Castillo (Tlacotepec) y Leonardo Bravo (Chichihualco).

Muestra de ello son los ataques con drones realizados hace un par de meses contra la comunidad Nuevo Poblado El Caracol, Linda Vista y Plan Verde, obligando a algunos de sus habitantes a desplazarse y a otros recientemente a tomar las armas y crear su autodefensa «Pueblos Unidos por la Paz», ante la nula respuesta a su demanda de seguridad de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y del presidente Andrés Manuel López Obrador.

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