Desde el jueves por la tarde inició el fuego en el ejido de Palo Blanco, municipio de Chilpancingo, hecho que encendió las alarmas en por lo menos cuatro ejidos aledaños


Texto Bernardo Torres Morales
Chilpancingo, 20 de abril de 2024.- Ante la falta de apoyo gubernamental para combatir el incendio forestal que se registra en el cerro del Alquitrán, han sido las mujeres de los pueblos quienes se han sumado a las labores de combate.
Desde el jueves por la tarde un incendio originado en el Ejido de Palo Blanco, municipio de Chilpancingo encendió las alarmas en por lo menos cuatro ejidos aledaños.
El viernes, pobladores de los ejidos de El Tejocote, Azinyahualco y Palo Blanco comenzaron los trabajos de sofocación a través de la apertura de brechas cortafuego o conocidas como guardarrayas.
Desde el primer día, Celso Anota pidió el apoyo a las diferentes corporaciones, como bomberos de Chilpancingo, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), de la Secretaría Integral de Gestión de Riesgos y Protección Civil, pero no hubo respuesta.


En cuestión de horas el incendio que había iniciado en los pastizales de Palo Blanco alcanzó la zona montañosa del cerro del Alquitrán donde es imposible detenerlo debido a lo accidentado del terreno.
A pesar de que decenas de voluntarios pernoctaron en las guardarrayas el fuego no pudo ser controlado y este viernes se intensificó y alcanzó la parte alta del cerro.
Al ver su comunidad en riesgo, decenas de mujeres del poblado de El Tejocote se sumaron a los trabajos de sofocación, tomaron rastrillos, machetes y arañas para ayudar.
Las señoras Rosa Barragán y Victorina Morales dijeron que no podían permanecer de brazos cruzados mientras el incendio destruía el bosque y ponía en riesgo a sus familias.


Las brigadas fueron conformadas por hombres, mujeres, niños y niñas de la comunidad, que dejaron los quehaceres domésticos y aulas para buscar salvar el poco bosque que les queda.
Hasta el mediodía de este sábado el incendio seguía fuera de control mientras cientos de comuneros trabajan las 24 horas tratando de de detenerlo y no llegue a otros ejidos.
En el transcurso del día se sumaron a los trabajos de control, elementos del Ejército Mexicano, de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), así como voluntarios de las comunidades de Mazatlán y Llanos de Tepoxtepec.

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