Autoridades suscriben documento en donde se pronuncian en contra de «acciones de terceros» como la representación del ritual de petición de lluvias para promover la venta de una marca de mezcal
Texto Luis Daniel Nava
Acatlán, municipio de Chilapa de Álvarez, 2 de mayo de 2024.- Autoridades comunitarias de Acatlán rechazaron que sus rituales sean usados con fines comerciales, turísticos y de folclor.
Se trata del “Pronunciamiento ante el uso no consentido y la apropiación de nuestro patrimonio inmaterial”, suscritos por el comisario Margarito Benítez Zicapa, el presidente del Comisariado de Bienes Comunales Eduardo Díaz Mauricio y el presidente del Consejo de Vigilancia, Emiliano Laguna Hilario. El documento deriva de una asamblea entre autoridades y exautoridades.
Ahí se expresa el “descontento” ante acciones de terceros de una parte relevante de sus expresiones culturales para fines de explotación comercial o turístico sin consentimiento o información ante las instancias comunitarias.
Mencionan tres acciones realizadas. Como la representación del ritual de petición de lluvias en el cerro del Cruzco para promover la venta de la marca colectiva de mezcal Sanzekan. Estas prácticas, indica el texto, frivolizan las ceremonias y las ponen en un contexto mercantil.
En este sentido, el excomisario José Luis Matías mencionó que se buscará aclarar el tema con representantes de la marca, la organización Sanzekan Tinemi, pues considera que sus integrantes tienen una trayectoria de lucha social y que no habrían hecho dicha representación del ritual con dolo.
La segunda acción es la promoción en términos turísticos para hacer recorridos en las cuevas de Oxtotitlán y la ceremonia de pelea de tigres.
“Se invita a participar libremente a quienes no forman parte de la localidad, que no hacen trabajo comunitario y no inciden en el cuidado del territorio. Solo vienen en esas fechas aprovechando el contexto ceremonial para sus fines, sin informar a ninguna autoridad de su presencia y sus acciones», reclaman las autoridades en el escrito.
El tercera acción dolosa es la intervención en los espacios y tiempos rituales de la comunidad. En años recientes, explican las autoridades, asisten a la comunidad ciudadanos del municipio de Chilpancingo para realizar sus propias actividades -ajenas a la ceremonia- en los mismos espacios y mientras se realizan los rituales.
“Portan sus vestimentas, máscaras y música que no pertenecen a nuestra ritualidad y la sobreponen entre las actividades que nosotros realizamos”, añade el escrito y en ese sentido “agradecemos la compartencia de otros pueblos siempre y cuando no invadan los espacios que son de acción comunitaria”.
El respeto, agrega el pronunciamiento, debe prevalecer, pero estas personas están cruzando esa línea al asistir a las ceremonias de petición de lluvias sin el debido respeto, con afán de protagonismo y folklorización.
“Hay un uso y apropiación indebida de nuestro patrimonio cultural y rechazamos enérgicamente esta publicidad, promoción y uso que se da a nuestro patrimonio. Para nosotros las ceremonias expuestas y promovidas están asociadas a la fertilidad y al respeto profesado a la naturaleza y al universo”, recalca dicho pronunciamiento.
Finalmente expone que la ciudadanía y pertenencia al pueblo se gana con la participación en la limpieza de los manantiales, protección de los linderos, el financiamiento y organización de las fiestas comunitarias, así como en la responsabilidad de tomar cargos comunitarios que permiten conservar la legitimidad de los pueblos y no sólo asistiendo a las fiestas y ceremonias o recreando los elementos más visibles de la identidad sin un compromiso de apoyo y respaldo a la comunidad que los conserva.
La comunidad de Acatlán inició las ceremonias a favor de la vida y el agua este primero de mayo; el 2 se sube al cerro del Cruzco y el 3 se realiza una ceremonia en los manantiales del Komulian, a las afueras de la población. (Fotografías cortesía de la comisaría de Acatlán)