Se preparaba para oficiar una misa en la colonia El Huajal cuando llegaron hasta su vehículo varios uniformados y le pidieron que se identificara
Texto Juan Blanco
Chilpancingo, 26 de mayo de 2024.- El director del Centro de Derechos Humanos de las Víctimas de la Violencia «Minerva Bello», el sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio, denunció «intimidaciones» por parte del Ejército Mexicano en la capital de la entidad.
Detalló que aguardaba en su automóvil en lo que se llegaban las 10 de la mañana para celebrar la misa en la colonia Huajal en la capital, cuando llegaron hasta él los militares y de manera «prepotente» le pidieron que se identificara.
«¿Se ocupan 20 soldados para intimidar a un sacerdote? Esperando que dieran la 10 para la misa en la colonia el Huajal en Chilpancingo, llegaron al vehículo en que me encontraba con actitud prepotente y sin razón una veintena de soldados pidiendo identificación. ¿Para eso está el ejército en las calles? Si saben dónde están los delincuentes, ¿por qué no van a sus casas? ¡Con el pueblo, no!», escribió en sus redes sociales esta mañana; a la denuncia, anexó fotografías donde se aprecia la presencia militar.
El activista fue uno de los principales promotores de la tregua que pactaron en febrero de este año los grupos delictivos de Los Tlacos y Los Ardillos para lograr medianamente el cese al fuego en Chilpancingo que venía dejando varias víctimas mortales y ataques al transporte público.
También ha acompañado a familias desplazadas por la violencia en la Sierra de Tlacotepec y en comunidades del municipio vecino de Apaxtla de Castrejón, hechos generados por la célula criminal La Familia Michoacana.
Desde el año pasado cuenta con medidas de seguridad por parte del Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, luego de que fue atacado a balazos cuando iba saliendo de la Normal de Ayotzinapa en Tixtla.
No es la primera vez que Velázquez Florencio ha denunciado intimidaciones por parte de autoridades, puesto que hace casi dos años alertó que policías ministeriales de la Fiscalía General del Estado «merodeaban» las instalaciones de la «Casa del Peregrino» donde él se encontraba en ese momento.