Plural desfile: hubo jaguares pero también tlacololeros, diablos y chinelos, así como grupos de danza moderna y folklórica; la pasarela incluyó reinas de certámenes de belleza
Texto Luis Daniel Nava
Chilapa, 16 de agosto de 2024.- Las calles de esta ciudad se convirtieron ayer en un mosaico donde convergen tecuanes y danzas de diferentes municipios de distintas regiones.
Se trata de La Tigrada, un recorrido festivo en torno a la figura del jaguar y a la virgen de La Asunción, principal imagen de la catedral.
La Tigrada es la adecuación que hicieron los gobiernos municipales priistas de una manifestación que antes de la década de 1980 era censurada y discriminada.
Los recorridos clandestinos de obreros y campesinos por las calles empedradas y lluviosas del pueblo pasaron a convertirse en un adorno de recorridos religiosos y actualmente, en una especie de paseo del pendón.
La reciente tradición convoca a manadas de tigres y perros de barrios y colonias, así como a mujeres con vestidos típicos. Todos bailan al ritmo de la música de viento, mientras se reparte mezcal y cerveza.
Es un festival de máscaras elaboradas de manera artesanal a base de madera. Los principales artesanos son del pueblo de Ayuahualulco.
Los tigres de Chilapa llevan una cadena en la mano que hacen sonar al arrastrarlas por las calles.
En esta edición llegaron tigres y danzas de los municipios de Ahuacuotzingo, de Atlixtac con los Indios Broncos de Coahuila y una danza folclórica de San Jerónimo, municipio de la Costa Grande.
También representaciones de tigres y danzas de Chilpancingo, Tecpan de Galeana, Mochitlán y Quechultenango, así como de Zapotitlan Tablas, Cualac, Tlapa de Comonfort y Juchitán.
Este año también llegaron delegaciones de pueblos chilapeños como Tepetlancingo, Pantitlán y Cuautenango.
Y desfilaron grupos de danza moderna y folklórica. La pasarela incluyó reinas de certámenes de belleza, así como tlacololeros, diablos y chinelos.
La Tigrada cerró con un baile que amenizó Bertín y su Condesa. En el centro de la ciudad, decenas de comerciantes de gastronomía tópica no se dieron abasto para atender a la multitud que se dio cita.