En la capital del país, familiares de personas vinculadas a grupos subversivos reiteran la exigencia a las autoridades que haya justicia y se sepa el paradero de más de 110 mil desaparecidos
Texto Jesús Saavedra
Chilpancingo, 25 de agosto de 2024.- En el marco del 50 aniversario de la desaparición forzada del campesino Rosendo Radilla Pacheco se realizó una jornada de exigencia de justicia en este caso emblemático que exhibe la mal llamada “guerra sucia” de contrainsurgencia en Guerrero que dejó centenares de desaparecidos a manos del Ejército.
El acto se realizó en la Glorieta de las y los Desaparecidos en la avenida Paseo de la Reforma de la Ciudad de México, donde Colectivos de familiares de desaparecidos han reivindicado su movimiento y la exigencia a las autoridades que haya justicia y se sepa el paradero de más de 110 mil desaparecidos en nuestro país.
En ese lugar Tita Radilla, hija de Rosendo Radilla, hizo un llamado a las autoridades a no permitir impunidad y se detengan las desapariciones forzadas en México y se sepa el paradero de su padre y de miles de personas más.
De la oficina en México la ONU en materia de Derechos Humanos, Jesús Peña Palacios, expresó su solidaridad con la familia Radilla “y reconocemos su lucha en favor de la verdad, la justicia, la reparación, la memoria y las garantías de no repetición”.
Señaló que el caso de Rosendo Radilla “es un referente, que ha contribuido a avivar la flama de la justicia, que ha potenciado la conciencia política y social acerca de un crimen abominable, que ha ayudado a cientos de familias a vencer el miedo, y que ha transformado positivamente al régimen jurídico mexicano”.
Recordó que el 30 de agosto próximo se conmemora el día internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, “el caso de Rosendo Radilla expone una cruda realidad que el Estado mexicano sigue enfrentando: la desaparición forzada de personas”.
Peña Palacios informó que en 2009 por el caso Rosendo Radilla la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió una resolución en contra del Estado mexicano, “por desaparición forzada, por un crimen cometido durante el periodo de la mal llamada ‘guerra sucia’, por una conducta atribuible al Ejército mexicano y en la que se instruyen una serie de medidas transformativas de hondo calado”.
Dijo que el caso de Rosendo Radilla no se cierra. “Aún no termina por el carácter permanente y continuo de la trasgresión; aliento a que esta conmemoración sea, además, como ha pretendido la familia Radilla, un decidido impulso para que el conocimiento de la verdad y el castigo a los responsables se concreticen en favor de todas las personas que han sufrido la opresión y el despojo, la arbitrariedad y la humillación, el oprobio y la deshonra”, añadió.