Decenas de familias ya empezaron a limpiar sus viviendas anegadas de agua y lodo; su preocupación es que cuando realice el censo de damnificados “vengan a mi casa y no encuentren nada de basura»
Texto Jesús Saavedra
Marquelia, 3 de octubre de 2024.- Colonos, pequeños comerciantes, restauranteros y campesinos de este municipio de la región de Costa Chica hicieron un llamado apremiante al gobierno federal para que atiendan la contingencia que dejó el huracán John a su paso, por este lugar en donde dejó innumerables daños.
A 10 días que este huracán tocó tierra entre Marquelia y Copala con vientos superiores a los 190 kilómetros por hora y torrenciales lluvias,, los damnificados claman por ayuda y la restauración de los servicios básicos en sus hogares.
Desde Copala hasta Ometepec el servicio de energía eléctrica es intermitente, no hay señal de telefonía celular y los propios damnificados han iniciado a remover la basura y escombros que les dejó este huracán.
La vía de comunicación federal hacia la Costa Chica está transitable y a los costados desde Las Vigas hasta Ometepec se puede ver las huellas de los fuertes vientos que trajo John, cientos de árboles están tirados derribados por la fuerza de la naturaleza, hay centenares de viviendas, escuelas, canchas deportivas que estaban techadas con lamina de metal que no existen, pues se las llevaron los vientos.
En esta cabecera municipal decenas de familias ya empezaron a limpiar sus viviendas anegadas de agua y lodo, su preocupación es que cuando la Secretaría del Bienestar realice el censo de damnificados “vengan a mi casa y no encuentren nada de basura, de escombros o de agua y lodo, no nos van a creer y tememos que nos dejen fuera de los apoyos”, señala una compungida vecina de la colonia La Finca a la salida hacia San Luis Acatlán.
En esta franja de esta carretera hacia la Montaña había centenares de hectáreas de sembradíos de plátano, limón, anona, guanábana y maíz, el río de Marquelia se desbordó y se llevó todas las cosechas, las cuales quedaron anegadas de lodo y agua.
En su huerta de plátano y limón, don José está a punto del llanto al narrar que su cosecha que serviría de sustento para su familia “se fue, se la llevó el río, este huracán nos vino a dar en toda la torre y ahora no sabemos de qué vamos a vivir, cómo vamos a llevar comida a la casa”, dice acongojado.
Si en la zona de la ribera del río les fue mal a los campesinos y vecinos de colonias aledañas, los pequeños comerciantes y restauranteros que tenían pequeños negocios a orilla de playa, les fue peor.
Desde Las Peñitas, La Bocana, Plaza Azul, Playa Ventura donde centenares de personas tenían enramadas o restaurantes, el huracán los dejó sin nada.
Todos estos pequeños negocios para los turistas quedaron severamente afectados, derribó techos de palma, se llevó el mobiliario, echó a perder refrigeradores, todo lo que tenían invertido en sus locales.
Jazmín Hernández, propietaria de la enramada Doña Felipa” en la playa La Bocana, explicó que el pasado martes los visitó en esa zona de desastre la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda “nos prometió ayuda y confiamos en su palabra, ahora nos han venido a dejar unan despensa del ayuntamiento y estamos esperando que nos llegue más ayuda”.
Explicó que la pesca en esa zona está suspendida por las constantes lluvias que se mantienen en la región, “empezamos a limpiar nuestros negocios y estamos esperando con ansias que nos vengan a censar, no queremos que vengan, vean que limpiamos y nos digan aquí no hay daños, no lo vamos a aceptar”.
Jazmín hizo un llamado a la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo “que venga a visitarnos y constate la grave problemática que estamos viviendo, que requerimos de su ayuda y de su solidaridad para levantarnos, levantar nuestros negocios y levantar a nuestras familias”, añadió.
En la Costa Chica se ha desplegado un operativo de atención de cuadrillas de la CFE que labora desde Copala a Ometepec y otros hacia San Luis Acatlán y los municipios de la Montaña alta con el objetivo de restaurar el servicio de energía eléctrica, el cual no hay de manera regular pues hay centenares de postes de conducción de energía que están caídos.