Conmemoraron el séptimo aniversario luctuoso del dirigente, lamentando que en el sexenio de López Obrador no se resolvió el crimen de éste y de sus tres acompañantes


Texto Bernardo Torres Morales
Chilpancingo, 14 de octubre de 2024.- Organizaciones sociales y familiares de personas desaparecidas, conmemoraron el séptimo aniversario luctuoso de Ranferi Hernández Acevedo y sus familiares, acto en donde reprocharon la falta de justicia en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y dejaron el reto a su sucesora Claudia Sheinbaum Pardo.
Con la presencia de los padres y madres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, miembros del Centro de Derechos Humanos de la Montaña «Tlachinollan» y otras organizaciones, familiares y amigos recordaron el legado de Hernández Acevedo a la lucha social.
Diana Hernández, hija del activista, recordó la brutalidad con la que el 14 de octubre de 2017 fueron asesinados su padre, la esposa de éste Lucía Hernández Dircio, su suegra Juanita Dircio Barrios y su compañero de organización, Antonio Pineda Patricio.
Recordó que fueron privados de la libertad, torturados durante varias horas, posteriormente asesinados y sus cuerpos quemados dentro de un vehículo.


Durante la colocación de la ofrenda floral, reprocharon que a siete años de estos hechos aún con la llegada al gobierno de un presidente progresista como lo fue López Obrador, el asesinato de sus compañeros y otros crímenes políticos se encuentran en total impunidad.
A Sheinbaum Pardo dejaron el reto a que su gobierno que recién inicia, tiene el tiempo y recursos para cumplir con esta demanda como un deber histórico y ético; «es hora de saldar esta deuda histórica, porque sin justicia no se puede hablar de una verdadera transformación», de acuerdo con Vidulfo Rosales Sierra, abogado de «Tlachinollan».

Sentenció que los asesinos se equivocaron al pensar que con la muerte de Hernández Acevedo mataban sus ideales, sus enseñanzas, pero estas sobreviven en cada lucha por la justicia.
Destacó que el fenecido dirigente enseñó a muchos dirigentes sociales a alzar la voz, nunca se calló ante los gobiernos ni ante los caciques.
Asimismo, reconoció que Hernández Acevedo fue una pieza importante en el caso Aguas Blancas; «Ranferi se puso enfrente de las tumbas de los caídos, acompañando a las viudas; enfrentó a la Fiscalía Federal cuando pretendieron exhumar los cuerpos».
Hoy, dijo se viven momentos difíciles con el gobierno actual que se dice progresista, pero no permite cuestionamientos, descalifica los movimientos sociales, tachándolos de conservadores.
Es ahora cuando las enseñanzas de Ranferi deben retomarse, agregó; «no debemos quedarnos callados ante las injusticias, ante la impunidad que prevalece, no puede haber transformación, mientras haya omisión, si no hay justicia ante los crímenes de luchadores sociales».

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