Este escenario deshonroso y antideportivo es propiciado por Román Quinto Pineda, presidente de la Asociación de Voleibol del Estado de Guerrero

Texto Ignacio Hernández Meneses

Acapulco, 9 de febrero de 2025.- Un fantasma recorre Guerrero, es la mafia de los directivos y “entrenadores” del volibol femenil que, sin apegarse a los reglamentos local y nacional vigentes del deporte que obliga la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), han armado de manera fraudulenta el equipo que representará a nuestra entidad en la justa nacional a realizarse próximamente en su edición 2025.
Recomendadas y cachirules son el sello del cuadro deportivo de la rama femenil de volibol que en primera etapa disputará el macrorregional de esta disciplina y luego el nacional, sin embargo, es lamentable y preocupante que algunas de ellas lo harán sin haber pisado las canchas donde de acuerdo con las reglas, debieron haber participado para ser merecedoras de ocupar un espacio.
Sin duda alguna, hay inconformidad, enojo, molestia, encabronamiento de quienes hicieron el mejor de sus esfuerzos en la etapa de preselección; que fueron observadas y visualizadas, ahora que se enteraron que de repente, de la noche a la mañana, aparecieron algunas que no sudaron la camiseta; entre ellas, Victoria y Xanna Balbuena Garay.
Este escenario deshonroso y antideportivo es propiciado por Román Quinto Pineda, presidente de la Asociación de Voleibol del Estado de Guerrero, así como Oswaldo Santoyo Valencia y Gema González, entrenadores en Zihuatanejo y Coyuca de Catalán.
En suma, pisoteando las normas y los valiosos esfuerzos de las familias que llevan de la mano -con el riesgo de la inseguridad incluso-, a sus hijas, sobrinas, nietas, éstos entrenadores pretenden llevar una selección viciada de origen y en medio de un mar de irregularidades, contaminada por la corrupción, metiendo a deportistas quien sabe a cambio de que.
Apenas el 26 de enero fueron a la etapa estatal donde estuvieron disputando los lugares en Coyuca de Catalán, participando 11 municipios y 590 deportistas de esta disciplina. Ahí aún no aparecían las recomendadas.
Aquí y ahora, que se escuche fuerte y claro, que lo sepa la CONADE, que en pertinente demandar de las más altas autoridades del deporte en Guerrero, investigue a fondo y profesionalmente, con la ley en la materia en la mano para evitar que nos levanten tarjeta roja en el plano nacional.
Para vestirnos de gloria, ante todo, primero debe haber justicia y honestidad en la conformación del equipazo de Guerrero, aunque debo reconocer que la mayoría son chicas de honor, que les apasiona el volibol, que si dan calidad y vocación, son de mente sana y cuerpo sano, que no requirieron de favores para ser parte del cuadro representativo de Guerrero.
Por supuesto, lamentablemente esta práctica por compadrazgos y favores. Hay que parar y regresar a la banca a las jugadoras que no cumplieron con los filtros establecidos, lo que atenta contra el esfuerzo de quienes sí siguieron el camino reglamentario.
Que se transparente para tener credibilidad, para que las cachirules no se cuelguen medallas injustamente.
De veras, honor a quien honor merece.

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