Texto y fotografías: Bernardo Torres
Leonardo Bravo, Gro. 25 marzo 2020.- Los enfrentamientos que se han registrado entre los grupos armados del Cártel del Sur y Tlacotepec, han dejado al menos otras cuatro comunidades desplazadas de los municipios de Leonardo Bravo y Chilpancingo.
El choque, se origina en una incursión armada que ejecutó el Cártel del Sur en poblados controlados por la autodenominada Policía Comunitaria de Tlacotepec, donde fueron asesinadas am menos 50 personas.
En respuesta, el grupo armado de Tlacotepec, avanzó hacia el territorio controlado por Isaac Navarrete, comunidades como, Carrizal de Bravo, El Balzamar, Tepozonalco, Chautipan, esta última del municipio de Chilpancingo.
Este miércoles, pobladores de dichas localidades decidieron huir, al agudizarse los enfrentamientos entre estas dos bandas criminales, que se disputan no sólo la cabecera municipal de Leonardo Bravo, sino también pretenden avanzar hacia Chilpancingo, capital del Estado de Guerrero.
Desde las 10 de la mañana, decenas de familias, que tras caminar entre una y cuatro horas arribaron a Chichihualco, huyendo de la violencia, manifestando que la ausencia de autoridad es total en sus comunidades.
La mañana de este miércoles, la autodenominada policía comunitaria, tomó la comunidad de Tepozonalco, considerada por muchos años como bastión del Cártel del Sur, liderado por Isaac Navarrete.
Desde el fin de semana, decenas de familias de las cuatro localidades empezaron el éxodo, hacia la cabecera municipal—Chichihualco—refugiándose con amigos y familiares, ante el nulo apoyo de los tres órdenes de gobierno.
Ante el temor de que los enfrentamientos llegaran a Chichihualco, desplazados del corredor de Filo de Caballos, bloquearon las dos entradas a Chichihualco que conectan con la Sierra, demandando la presencia de autoridades.
Los desplazados bloquearon los accesos derribando árboles, atravesando camiones pesados, y armados con palos y machetes y alguna que otra arma de bajo alcance.
Horas más tarde, en las entradas del municipio se apostaron elementos de la Unidad de Fuerzas Especiales (UFE) de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP-Gro), así como unidades del Ejército Mexicano y Guardia Nacional.
Los nuevos desplazados, se refugiaron en domicilios particulares, con amigos o familiares otros incluso avanzaron hasta Chilpancingo, pues con experiencias anteriores no esperan nada del gobierno, en sus tres niveles.
Por su parte, las corporaciones se limitaron a permanecer en los alrededores de la cabecera, argumentando que no tenían reportes de enfrentamientos.