Texto: Juan Blanco

Chilpancingo, Gro., 12 de mayo de 2020. -Al menos 75 viviendas del Fraccionamiento Cumbres, ubicado al poniente de la capital, presentan graves problemas estructurales, lo que podría causar su colapso en caso de un sismo o deslave.

Como medida de protesta, los ocupantes detuvieron este martes los trabajos de construcción de otra casa y cerrararon la bodega donde la empresa Copreval, contratada por Fovisste, guarda sus materiales, para exigir la reparación del daño.

El presidente del comité de ese asentamiento, Carlos Ruiz Leyva recordó que las primeras casas comenzaron a edificarse desde hace cinco años.

No obstante, denunció, dos años después  comenzaron a presentar enormes cuarteaduras y deslaves, puesto que se encuentran en una zona de alto riesgo, a la altura de la barranca Las Calaveras, de acuerdo con las evaluaciones de Protección Civil.

En un recorrido, se observó que dueños de una vivienda afectada colocaron bultos de tierra para reforzar su barda perimetral e impedir que se venga abajo.

Una familia también mostró a los reporteros su vivienda: los cuartos que la componen presentan daños estructurales, lo que ha provocado temor ante un inminente colapso, en caso de sismo o deslave.

Ruiz Leyva dijo que así como esta, hay otras 74 con la misma situación, de 150 que hay aproximadamente en el fraccionamiento, y cuyas viviendas fueron obtenidas bajo un crédito de un millón 200 mil pesos al Fovisste.

El presidente de este fraccionamiento también acusó que la empresa, cuyo representante es el ingeniero Dionicio, les prometió en un principio que construiría una espacio recreativo, habría una caseta de vigilancia, áreas verdes y alumbrado total, pero que hasta el momento no ha cumplido.

Al contrario, denunció, el pasado 5 de mayo la empresa retiró el portón automatizado de la principal entrada del fraccionamiento, pese a que fue comprado con sus propios recursos.

Además, acusó, desde hace cuatro meses la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo, no les ha suministrado el vital líquido, por lo que tienen que comprar pipas.

Los vecinos exigieron la presencia del ingeniero Dionicio, representante de la empresa, para que les reparen el daño. «Estamos pidiendo que se nos cumpla lo que se nos prometió».

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