Texto y Fotografías: Fabiola Ramos Gallo
Chilpancingo, Gro., 03 de junio del 2020.- El viernes finalizarán las clases en línea y con ello se dará inicio a la evaluación del ciclo escolar 2019-2020. Sin embargo, las escuelas comunitarias han padecido los obstáculos de la desigualdad, dificultando aún más este proceso que se ha digitalizado debido a la contingencia sanitaria.
Karla Berenice Rodríguez Chávez es profesora del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) e imparte clases en una secundaria multigrado en Tlanipatitlán, en Quechultenango, pero desde el 20 de marzo en que la Secretaría de Educación Pública (SEP) declaró suspensión de clases por la pandemia del nuevo coronavirus, ha tenido que adaptarse a un nuevo método de enseñanza.
Las clases por internet no han sido una opción en la mayoría de localidades en Guerrero. El Conafe atiende el rezago educativo en comunidades que INEGI determina con alto grado de marginación y vulnerabilidad. Es decir; aquellas que no tienen acceso a educación, ni a servicios básicos.
Al preguntarle cómo podían sus alumnos enviarle sus avances respondió: “Yo estoy en una localidad menos vulnerable, hay luz y se tiene acceso a internet, pero es limitado, es por fichas y la señal sólo llega en unas partes. Con 10 pesos te compras una ficha de dos horas, pero con los niños y sus familiares hicimos un acta de acuerdo en donde ellos se comprometen a enviar sus trabajos cada domingo, de lo que realicen en la semana y cada domingo me envían archivos, se les enseñó cómo escanear, mandar archivos PDF para que pudieran enviarlos.”
La institución implementó varios medios de aprendizaje, la primera corresponde a la estrategia que la profesora Karla acordó con sus alumnos, a través de internet.
También se les sugirió aprender por medio del programa de televisión Ingenio TV., En vista de que las opciones anteriores fueron aplicables sólo en aquellas zonas con acceso a luz e internet, también se entregaron guías a todos los estudiantes de educación básica comunitaria. La guía “Aprende en Casa” contiene actividades de todas las asignaturas y fue planificada a nivel nacional.
“Algo que sí ha funcionado ha sido la guía, pues no se necesita electricidad ni nada, el único detalle es que no hay retroalimentación con los niños, ni pueden enviar evidencias. Ante la situación, los profesores necesitan hacer visitas, en mi caso los cito uno a uno destinando 1 hora a cada alumno aproximadamente, hay otros lugares que cerraron por la contingencia, ahí se manda a un representante de la mesa de padres de familia a entregar las llamadas “carpetas de experiencia” a algún profesor a la cabecera municipal”.
La profesora mencionó que a pesar de que sólo se evaluará el último trimestre con los trabajos en casa, al ser un nuevo método de aprendizaje para los alumnos de las comunidades “sí creo que deje algunos vacíos en cuestión de aprendizaje, ahorita los temas sí los están entendiendo, pero son demasiados temas, difícilmente retendrán toda la información”.
Finalizó comentando que están en capacitación para conocer de qué manera evaluarán “las autoridades ya deben saber, pero nos hacen llegar la información poco a poco».