Texto: Bernardo Torres
Fotografías: Alberto Gómez
Chilpancingo, Gro., 04 de junio de 2020.- Judith Rentería Mariano no tiene empleo desde que llegó la pandemia por el Covid-19 a Guerrero, sin embargo ella se enfrenta a otro problema más arraigado en nuestro país, la discriminación y la pobreza.
«Yo no tengo ningún servicio, ningún apoyo, si trabajo como, si no no, ahorita que no hay trabajo, ahorita no hay dinero, no tengo de donde agarrar ni para mi jabón», expresó.
Dijo que hasta antes de la pandemia se ganaba la vida lavando y planchando ropa ajena, otras veces realizando trabajo doméstico en algunas casas, lo que le permitía llevar el sustento a su hogar.
Doña Judith rompió en llanto, al narrar su pobreza, además de que le han dicho que por su edad [65 años] ya no le quieren dar empleo, por lo que ahora se enfrenta a un doble problema.
Ella como decenas de familias, acudió al comedor comunitario que se instaló en las canchas de la Colonia Galeana «por eso vine aquí, porque no tengo nada, y le agradezco al señor gobernador, gracias señor gobernador», dijo en varias ocasiones.
Judith dijo que no cuenta con el apoyo del Gobierno Federal, que otorga a través de los programas de Bienestar o de adultos mayores, recursos económicos. Siente pena y pesar, porque no quiere ser una carga para su familia, y trata de salir adelante por su cuenta.
Vive con su hija y su yerno, él es el único que tiene empleo ahora como chofer de urvan, pero con esta emergencia sanitaria también está padeciendo la falta de trabajo, «a veces llega con dinero, a veces no».
Expuso que para ir sobreviviendo han tenido que pedir dinero prestado con algunos conocidos, y ahora ni siquiera pueden pagar sus deudas.
Por ahora se ha sostenido con lo que le dan sus hijos, y de vez en cuando también sale a la calle a hacer mandados y ganarse unos pesos, ayuda a las personas a sembrar plantas para al menos sacar para la comida, dice.