Texto: Luis Daniel Nava

Fotografía: Jesús Rojas

Chilapa, Gro; a 16 de jun. de 2020.- Unos ochenta  comerciantes semi fijos exigieron al alcalde de Chilapa, Jesús Parra (PRI), síndicos y regidores, que les permitan vender tres días a la semana debido a que llevan más de un mes sin trabajar y ya no tienen dinero para mantener a sus familias.

Como ayuda por mitigar la falta de ingresos, dijeron que sólo recibieron del Ayuntamiento pequeña despensa con medio litro de aceite, dos bolsas se sopa y una lata de chiles envinagre.

“No nos dejan ni andar de ambulantes, pero no podemos hacer otra cosa, tenemos que buscarle porque tenemos hijos que mantener y ellos no saben si tenemos dinero o no, ellos quieren comer”, expresó una comerciante de ropa.

Ayer por la tarde, representantes de ese gremio informaron que el 10 de mayo fue el último día que se les permitió vender y que desde finales de mayo y todo el mes de junio les han estado aplazando su reapertura sin darles otra alternativa.

Afirmaron que tampoco les han permitido vender de manera ambulante, contrario a ello, han sido acosados por integrantes de la Guardia Nacional, quienes los ha reprendido.

El grupo de comerciantes se instala en la acera de la Secundaria Técnica Ignacia Manuel Altamirano, entre la glorieta Eucaria Apreza y el mercado agroindustrial, a un costado del bulevard.

Venden juguetes, bisutería, bolsas, mochilas, ropa, bonetería, artículos que las autoridades consideran no esenciales.

La comerciante Patricia Moctezuma pidió a la autoridad municipal y al gobernador Héctor Astudillo que los escuchen y conozcan que están desesperados porque son 80 familias que no tienen que comer.

Explicó que solicitan que se les permitan vender al menos tres días a la semana para poder llevar comida a sus hogares.

Yolanda Meneses, comerciante de ropa, dijo que ha tenido que recurrir a vender ropa con sus vecinos y conocidos pero que no es suficiente para mantener a su familia.

El joven Diego Gatica, comerciante de gorras, carteras y mochilas, dijo que desde el 10 de mayo ha perdido unos 5 mil pesos de ganancias, además de que tiene que pagar renta del cuarto donde vive, gastos en higiene personal y alimentación.

Su petición, insistió, es que el gobierno municipal les permitan vender primero de manera paulatina porque la pequeña despensa que les dieron no les duró más de una semana.

Cristina Méndez, también comerciante de ropa, ha promocionado su mercancía en páginas de compra y venta por Facebook y con sus vecinos para mantener a sus tres hijos pequeños pero tampoco le alcanza.

“El cierre nos ha afectado muchísimo, como tenemos niños pequeños no podemos salir a vender fuera de la ciudad; los niños aun toman leche y ocupan pañales”, expresó.

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