Texto: Bernardo Torres
Huitzuco, Gro.-
El buscador de fosas clandestinas, Mario Vergara Hernández, denunció que hay un silencio ante la ola de asesinatos y desaparición de personas que se ha destadado en el último año en el Municipio de Huitzuco, Guerrero.
Desde las 08:00 de la mañana, Mario, quien busca a su hermano Antonio, sale de su domicilio como lo hace desde el 2012 con varillas, palas y picos para iniciar una nueva búsqueda en parajes cercanos a esta cabecera municipal.
Esta vez, tiene información que en el punto conocido como «La Piedra del Sapo», en meses pasados han visto a personas yendo a dejar cadáveres, práctica que podrían estar realizando desde años atrás, y abre de nuevo la esperanza de hallar a su hermano.
Acompañado por elementos de la Guardia Nacional y la Brigada Nacional de Búsqueda se despliegan en el cerro, donde también apoyado por el Colectivo Marabunta, revisaron un lote baldío de varios kilómetros cuadrados.
En este reconocimiento del terreno, realizaron al menos tres excavaciones, de acuerdo a su experiencia, donde hay tierra o hierba removida, ramas rotas o indicicios como ropa, zapatos o pedazos de plástico.
Junto con buscadores de los Estados de Guerrero, Morelos, Querétaro y México recorrieron los alrededores de Huitzuco, donde en los últimos meses se ha registrado una ola de asesinatos y desapariciones, atribuidas a los grupos delincuenciales, Guerreros Unidos y Los Tlacos.
Mario Vergara, expuso que es preocupante la situación que se vive en el Municipio, donde hay cientos de niños en la orfandad, y sin nombre para los hijos de personas desaparecidas, unas 170 en los últimos 10 años.
El alcalde, José Luis Ávila López, dijo, lleva toda su administración sin emitir una palabra sobre la violencia en esa entidad, y sólo ha hablado cuando se trata de limpiar su imagen, lo que habla de una complicidad con el grupo criminal que opera en la zona.
El 26 de septiembre de 2014, desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, pero a raíz de eso nada ha cambiado, dijo el buscador, siguen las ejecuciones, y la desaparición de personas, sin que nadie diga nada.
Para Mario, la ciudadanía de Huitzuco ha jugado un mal papel «son una ciudadanía sorda, ciega y muda», que durante años han callado lo que se vive en el municipio.
«En Huitzuco viven dos tipos de gente, los que tienen un familiar desaparecido, y los que van a tener un familiar desaparecido», dijó en especie de lamento.