Texto: Fabiola Ramos Gallo
Chilpancingo, Gro. 30 Julio 2020.- A partir de la transición en el semáforo a color naranja, las autoridades han permitido ir reaperturando algunos negocios no esenciales como bares y restaurantes.
Si bien, los negocios de estos giros, tienen permitido ofrecer servicio solo a un 30% de la capacidad total del lugar, hay quienes han incurrido en fallas a las medidas sanitarias, siendo incluso acreedores de una sanción administrativa.
En Chilpancingo, la movilidad social y la nueva apertura de bares y restaurantes se está presentando a una velocidad moderada desde hace algunos días, incluso, ayer poco antes del medio día, reaperturaron un conocido bar ubicado en el andador Zapata, frente a las oficinas del PAN.
En el bar que no rebasa los 4 por 8 metros, permanecían unas 8 personas consumiendo cerveza en 2 mesas distintas, y aunque sí colocaron dispensadores de gel antibacterial en la entrada del sitio, por el tamaño circular y pequeño de las mesas, no permite si quiera establecer una sana distancia entre los clientes.
Los transeúntes mostraban interés al pasar fuera del establecimiento, algunos otros se decantaron por el ambiente e ingresaron al bar.
En la avenida Lázaro Cárdenas sucede lo mismo, conocida por su amplia cartera de restaurantes y bares también luce con más «vida social» conforme transcurren las semanas. Algunos establecimientos de comida ya se encuentran operando aunque con poco aforo, tal como el restaurante Amaranto, Smouth house y Roaster. Por el contrario, otros van aumentando un poco el número de visitas, algunos de ellos son el restaurante 100% Natural, también Sushi KOI, Cazadores y Lázaro Botanero.
Cabe mencionar que este último, el pasado 12 de julio fue clausurado por ofrecer servicio a más del 30% de su capacidad y violar las medidas sanitarias. Sin embargo, pocos días después de la sanción aplicada por elementos de gobernación, volvió a abrir sus puertas al público.
Lo mismo ocurrió con el bar con razón social ‘ The Dog’s’ ubicado en el encauzamiento del Río Huacapa, al interior de dicho establecimiento se encontraban 25 personas sin respetar la sana distancia. El bar fue clausurado por incumplir las normas sanitarias y por operar después de las 8 de la noche, horario límite establecido por las autoridades.
Estos hechos se siguen presentando ante la inminente necesidad de reactivar gradualmente la economía en el estado. Sin embargo, por la forma abrupta en la que se dio la reapertura de algunos espacios favorece al no control ni a la preparación para una nueva normalidad.
Esto se da en contexto de una creciente de contagios que registra a diario en estado de Guerrero, y donde la capital apenas inicia su etapa crítica y se encuentra en el momento crucial para frenar un posible retorno al semáforo rojo.