«He vivido 15 meses escondiéndome de mi agresor por temor a que vuelva a atentar contra mi vida y vivo ignorada por el Sistema de Justicia del Estado de Guerrero»; revela la joven
Texto: Juan Blanco
Video: Alberto Gómez
Chilpancingo, Gro., 31 de julio de 2019. – Alejandra Mateos, víctima de tentativa de feminicidio por parte de su exnovio Víctor Manuel Enríquez Lezama, trabajador del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) en Guerrero, denunció lentitud en el proceso de justicia toda vez que su agresor continúa libre por presunta conspiración entre autoridades de la Fiscalía General del Estado y de ese órgano electoral.
La fémina agraviada, hija de Rodolfo Mateos co-fundador de la banda de música Hermanos Mateos, famosa por su composición «Feria Chilpancingueña», con lágrimas en los ojos relató que el 8 de abril del año pasado su expareja atentó contra su vida en un arranque de celos. «Me sobajó, me golpeó, me torturó, estranguló y asfixió hasta creerme muerta».
Tras haber cometido el hecho, Enríquez Lezama con ayuda de su jefe, el contralor del IEPC, Enrique Justo Bautista, se escondió durante dos semanas en el municipio de Azoyú, en la Costa Chica de la entidad, y regresó para continuar laborando como secretario particular de su jefe en ese órgano electoral, del cual es presidente Nazarín Vargas Armenta.
Dijo que desde que presentó la denuncia comenzó a ver «trabas» de parte del Ministerio Público, Noemí Castro Ángel, toda vez que clasificó mal el delito y se negó a integrar su carpeta argumentando que «no estaba casada con mi agresor, y redactó mi testimonio a su manera minimizando los hechos y modificándolos».
La agraviada detalló que la primera MP, por presunta incompetencia, turnó su caso a la Agencia De Bravos haciéndose cargo su homólogo Pedro Araujo Leonides, quien le realizó una segunda entrevista «y reclasificó mal el delito».
El primer MP sólo reconoció los delitos de lesiones, amenazas, daños y robo; y el segundo tentativa de homicidio, lesiones, daños y robo, cuando debió ser por tentativa de feminicidio, violencia de género, pues su agresor la torturó, golpeó y ahorcó «hasta desmayarme».
Fueron un sinfín de «inconsistencias» en el proceso, denunció la joven, al grado de que el MP Araujo Leonides demoró en reunir los dictámenes y de ocultar información que llevara a la localización del agresor.
Tras 11 meses de haber sido víctima de intento de feminicidio, finalmente el 20 de febrero el Juez Edgardo Mendoza Falcón, vincula a proceso al señalado pero sólo por el delito de «violencia de género», otorgando dos meses de investigación complementaria.
Sin embargo, contó la agraviada quien estaba acompañada de organizaciones feministas, el proceso volvió a «dilatarse» toda vez que el Juez, por asuntos académicos, difirió las audiencias intermedias programadas.
Cuando finalmente se iba a llevar a cabo la audiencia del 19 de junio al 20 de junio, el agresor no se presentó puesto que el Juez le otorgó 12 días de reposo por supuesta «fiebre tifoidea» justificando así su inasistencia. No obstante, dijo Alejandra Mateos, Enríquez Lezama no presentó el cértificado médico que estableciera que en verdad estaba enfermo.
La audiencia, detalló la chica, se postergó hasta el 18 de julio pero «nuevamente y con una receta médica de Similares» el trabajador del IEPC argumentó una infección por «salmonella», por lo que el Juez Mendoza Falcón difirió la audiencia intermedia hasta el próximo 29 de agosto.
Alejandra Mateos, víctima de tentativa de feminicidio, con su testimonio deja entrever la lenta y deficiente impartición de justicia y presunta conspiración entre autoridades de la Fiscalía General del Estado y del IEPC, así como de la titular de la Secretaría de la Mujer del estado, Mayra Gloribel Martínez Pineda, pues fue a esa dependencia adonde recurrió pero no vio el apoyo esperado.
«He vivido 15 meses escondiéndome de mi agresor por temor a que vuelva a atentar contra mi vida y vivo ignorada por el Sistema de Justicia del Estado de Guerrero», expresó.
La fémina responsabilizó al fiscal Jorge Zuriel de los Santos Barrila de cualquier nuevo atentado «contra mi persona y mi familia, ya que ha sido usted quien desde hace meses ha ignorado mi denuncia y ha permitido por medio de sus agentes ministeriales que mi agresor siga libre y el delito impune».