Texto: Bernardo Torres
Fotografías: Alberto Gómez
Chilpancingo, Gro., 05 de agosto de 2019.- Ante el nulo apoyo gubernamental, los jugadores del Club de Futbol «Avispones» de Chilpancingo, se vieron obligados a botear en las calles para recaudar el monto solicitado por la Federación Mexicana para su registro en la Tercera División Profesional.
Los jóvenes, informaron ante los medios de comunicación, que a diferencia de otros años, esta vez no han contado con el apoyo del Gobierno Municipal, que dirige Antonio Gaspar Beltrán, ni del Gobierno Estatal, que encabeza, Héctor Astudillo Flores.
Tan sólo para los registros, los cuales deben realizarse antes del 30 de agosto, requieren al menos 20 mil pesos, de lo contrario corren el riesgo de quedar fuera de la liga, dado que ninguna empresa quiere patrocinarlos hasta que aseguren su permanencia.
Desde las dos de la tarde, unos 20 jóvenes se desplegaron en el centro de Chilpancingo, buscando la solidaridad de la ciudadanía, pues dicen que semana a semana se esfuerzan por poner en alto el nombre de la ciudad a través del deporte.
Joshua García, miembro del equipo de comunicación del Club de Futbol, explicó que en este momento carecen de recursos, lo que pone en riesgo el sueño de muchos jóvenes talento, por lo que se dieron a la tarea a botear y recaudar fondos para solventar los gastos del equipo.
Dijo que incluso el presidente municipal de Chilpancingo, Antonio Gaspar Beltrán los hacía llamar «el equipo de la gente», como lo dice su slogan de gobierno «por eso hoy queremos que se vea el apoyo del Gobierno Estatal, del Gobierno Municipal; queremos hacerles el llamado a brindar el apoyo que año con año se ha brindado».
Si bien es cierto, apuntó, el equipo lleva 31 años en esta división, pero a lo largo de la historia han salido de este equipo jugadores que se han destacado en la segunda y primera división del futbol mexicano, y tras esta larga travesía y la formación de grandes jóvenes, hoy podrían estar quedando fuera de la competencia.
El joven futbolista, expuso que si bien es cierto a raíz de los hechos ocurridos en Iguala el 27 de septiembre de 2013 junto con el caso Ayotzinapa, llegaron apoyos, pero sólo fueron para los jugadores en turno, así como un autobús que a cinco años se encuentra obsoleto.
De lo recaudado de las entradas durante los partidos de futbol, todo se queda para la administración del estadio Vicente Guerrero y la cancha «David Josué García Evangelista», que dependen del Gobierno del Estado, pero el equipo no se ve beneficiado de esos ingresos.